Este viernes se abrió el empadronamiento y esperan otorgar rápido los turnos. Además, harán ensayos para ver cómo funciona Sputnik V junto a Sinopharm y AstraZeneca
El gobierno porteño abrió esta mañana el empadronamiento destinado a que los mayores de 35 años reciban la vacuna con la COVID-19.
Además, comenzará a probar con voluntarios la posibilidad de combinar la primera dosis de la vacuna Sputnik V con las otras dos disponibles en el país, AstraZeneca y Sinopharm. De esta manera, la Ciudad busca bajar el impacto que implica la demora en la llegada del segundo componente de la vacuna producida en Rusia por el Centro Gamaleya. Ya se pueden anotar para recibir el primer componente quienes tengan entre 35 y 39 años. La inscripción se realiza en
https://www.buenosaires.gob.ar/coronavirus/vacunacion-covid-19/poblacion-general. Les seguirá, probablemente, la próxima semana, el turno a los mayores de 30.
Combinación de vacunas.La combinación de vacunas, ante la demora en la llegada del segundo componente de la Sputnik V, está siendo evaluada por el Comité de Ética del ministerio de Salud porteño.
El ensayo es corto porque se controla la seguridad y los efectos adversos en un tiempo breve: en las primeras 48 horas, luego de la aplicación de la segunda dosis, se chequea la reactogenicidad, es decir las reacciones que puedan generarse. Luego se hace un trackeo diario y a los 21 días se monitorea el grado de inmunización que otorga la combinación. El ministro del Salud, Fernán Quirós, dijo se podría aplicar en la población en general en un mes y medio. Es decir, durante agosto.
Se informó también que estas segundas dosis se aplicarán en grupos de voluntarios de entre 100 y 150 personas. Lógicamente serán dos grupos, inoculados con las dos vacunas disponibles en el país, AstraZeneca y Sinopharm.
Sin la aprobación del Comité de Ética porteño, el estudio no podría avanzar. Si se lograra, luego debería ser avalado por la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica). También intervienen otros organismos de control y profesionales médicos que monitorean los resultados, como la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), el Consejo Federal de Salud (CoFeSa) y el Ministerio de Salud de la Nación, que evalúa por estas horas hacer un estudio similar a nivel nacional.
La vacunación contra el Covid es voluntaria. Y siempre que este estudio de la Ciudad avance y se apruebe, está claro que será voluntario aceptar esta combinación de vacunas.
Si bien depende de cada paciente y las comorbilidades que padezca, se confía en que las segundas dosis son imprescindibles para garantizar la inmunización, y evitar internaciones y formas graves de la enfermedad.
El Ministerio de Salud de la Nación publicó datos sobre la efectividad de las tres vacunas que se aplican en el país y la reducción de la mortalidad en personas mayores de 60 años. Con primeras dosis, la efectividad de Sputnik V es del 74% y del 93,3% con la segunda. Con AstraZeneca la efectividad de la segunda dosis trepa del 79,5% al 88,8%. Y la Sinopharm tiene una cobertura del 61,6% con una dosis y del 84%, con segundas dosis. Estos datos hacen foco en el virus tal como circula ahora en el país. El desafío es aumentar las segundas dosis en la población para hacer frente a lo que parece inevitable, que es la llegada de la variante Delta.
"Hay que saber que por el momento no hay ningún país que esté aplicando vacunas combinadas. Existe un estudio de la Universidad de Oxford y el Centro Gamaleya con AstraZeneca y Sputnik V. Se está realizando en Rusia y en Emiratos Arabes Unidos, pero no se conocen resultados aún", explicó Romina Gigliotti, miembro de la SAVE, Sociedad Argentina de Vacunología e Inmunología.
Gigliotti explica que la "cambiabilidad" de vacunas, incluso de diferentes plataformas, ocurre y se da en muchos casos: "Por ejemplo, en la vacuna contra la poliomielitis. La primera dosis es la Sabin oral, que inocula virus atenuado. Mientras que con el refuerzo se inocula virus inactivado. La de la polio es una vacuna de calendario, obligatoria".
La especialista explica que, en general, el fin de la intercambiabilidad de vacunas es mejorar la respuesta inmunológica. Pero en medio de esta pandemia por coronavirus, la búsqueda es otra: "La producción de vacunas está agotada. Pensemos que es necesario vacunar a todo el mundo. Entonces la cambiabilidad busca ampliar la disponibilidad de vacunas".
En territorio porteño hasta ahora se inoculó a 781.504 personas con Sputnik V, pero son 138.465 las que cuentan con ambas dosis aplicadas. Las otras 645.039 aún esperan esa segunda dosis, según los datos actualizados al 30 de junio. ■