El gobierno de Vladimir Putin salió a contestar ante la escalada de reclamos por la falta de segundas dosis de la vacuna Sputnik V a distintos países y confirmó que cumplirán con todas las entregas a las que se habían comprometido.

Sin embargo, aclaró que “su prioridad absoluta en este momento es satisfacer la demanda interna”.

“Efectivamente, como la prioridad absoluta es el consumo interno y la satisfacción de las necesidades internas —la vacunación de la población de Rusia— es en esta prioridad que los fabricantes y nuestros departamentos se están concentrando ahora”, confirmó el vocero a la agencia local rusa RT. No confirmó la posibilidad de que el jueves parta un vuelo a Moscú para traer segundas dosis.

Desde el inicio de la campaña de vacunación la Argentina recibió 7.875.585 dosis Sputnik V del componente 1, mientras que solo llegaron 1.540.160 del 2.

Es decir que hay un total de 6.335.425 personas que deben completar su esquema de inoculación. Aunque no en todos los casos debe hacerse con urgencia, ya que hay un plazo de 90 días entre la primera y la segunda aplicación.

Sumado a la demora en la entrega de segundas dosis de la Sputnik V hay otros factores adicionales que generan mayor preocupación en torno a esta inmunización rusa. Porque el país liderado por Vladimir Putin sugiere la aplicación de una dosis cada seis meses para tratar de controlar el rebrote de casos de COVID-19. Esto aumenta las dificultades en la provisión de dosis para completar los esquemas de inmunización.

El ministro de Salud de ese país Mikhail Murashko advirtió sobre la situación epidemiológica en las ciudades rusas con más de un millón de habitantes.

Consideró que se deberá aplicar una dosis de refuerzo de la vacuna cada seis meses ante aumentos de los niveles de contagios tanto en personas vacunadas como en aquellas que ya padecieron la enfermedad. Además dijo que tendrá que suministrarse otra al año cuando la situación epidémica esté en “calma”.

rob