La actividad en bares y restaurantes volvió con todo en el primer sábado en que pueden reabrir al público y trabajar de noche.
Palermo, Caballito y Almagro fueron algunas de las zonas porteñas con mucho movimiento.
Fue todo un reto, porque los gastronómicos supieron de los cambios apenas 12 horas antes de que pudieran habilitar las mesas a sus clientes.
La zona palermitana de Plaza Serrano, los bares de Pedro Goyena y de avenida Rivadavia en Caballito, y los de la avenida Medrano en Almagro mostraron mucha actividad.
"Tomar algo ahora no es lo mismo que antes, porque no queda otra que hacerlo afuera y no es la misma sensación. Pero estamos contentos porque extrañamos la libertad como ciudadanos de elegir con quien pasar nuestro tiempo y poder salir a la noche", comentaron en un grupo de amigos reunidos en Palermo.

El movimiento ya se empezó a notar desde el mediodía, con mucha gente compartiendo el almuerzo.
Hubo muchas personas en la calle. Algunas en grupo, otras esperando a que lleguen más amigos para elegir a dónde ir.

También se vio a muchos automovilistas y volvió la lucha para encontrar un lugar para estacionar.
La Plaza Serrano estuvo a pleno en una noche templada para ser casi invierno. “Esperamos bastante para reabrir la vereda y el patio, así que estamos agradecidos. Este último mes fue muy duro”, contaron en un bar de Caballito.

Los deliverys también mostraron mucha demanda.
Los locales gastronómicos de la zona de Plaza Armenia también estuvieron a pleno, dentro de lo que los protocolos permiten.