La izquierda está a un paso de gobernar Perú.

Con el 94.9% de actas contabilizadas, el candidato de Perú Libre, Pedro Castillo, sigue a la cabeza con 50,2% de los votos válidos, contra la postulante de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, que alcanza el 49.7%.

De esta forma, la diferencia entre ambos candidatos es de 86.875 votos, según el reporte último reporte que se estableció a las 05:53 horas del martes. Ambas candidaturas buscan llegar al Palacio Pizarro con propuestas diametrales, en vista de que Castillo, que representa a la izquierda peruana y que pretende modificar la Constitución del país vecino, tiene como afán fortalecer en rol del Estado en la economía, con el fin de garantizar derechos básicos de la población.

En tanto, la hija de Alberto Fujimori se perfila con el fin de profundizar el modelo neoliberal peruano, con el fin de mantener el impulso en el desarrollo que ha hecho que la nación incaica tenga importantes avances en diversas materias.

Ante la estrechez de resultados, desde la Oficina Nacional de Procesos Electorales, ONPE, no han entregado una fecha para tener un resultado con respecto a las elecciones presidenciales, las que se han estipulado como una de las más estrechas de la historia.
Durante la intensa jornada que han tenido las elecciones en Perú, Fujimori denunció irregularidades en las votaciones.
Mediante un punto de prensa de la candidata que representa a la derecha en el país incaico, se afirmó que habían recibido denuncias por parte de ciudadanas y ciudadanos sobre eventuales anomalías. En la instancia se mostraron unos videos que sustentarían sus acusaciones. En uno de ellos se ve a un hombre con micrófono hablando frente a varias personas, a quienes las llama a asistir temprano a las votaciones.

De esta manera, en caso de que las mesas no estén completas, sean declarados personeros (vocal de mesa) en el lugar y asegurarse de que, si esto sucede, "los votos sean nuestros".

Perú vive un clima turbulento en materia política y social. En los últimos 5 años han sido 4 presidentes los que han pasado por el Palacio Pizarro y grandes protestas se han registrado a causa de la corrupción en la que se insertó el sistema y los políticos de ese país.

Tanto así que a fines de 2020, el por ese entonces presidente Martín Vizcarra, fue objeto de acusaciones de corrupción y finalmente destituido del cargo en una maniobra que por muchos fue llamada como un "golpe de Estado". Tras ello, la inestabilidad política se hizo patente y las desigualdades se profundizaron en el país del norte. El coronavirus Covid-19 desveló la fragilidad de un sistema público que colapsó y mantiene al Perú como el país con mayor número de muertes per cápita por el virus a nivel mundial (500 cada 100.000 habitantes), sin tener un plan de acción para superar el complejo momento.

La encrucijada tiene en el Perú por una parte a Fujimori, que propone ahondar más en el libre mercado gracias al apoyo que ha conseguido del gran empresariado limeño y del norte del Perú, en donde se ubican las grandes empresas y vive la población más acomodada.

En tanto Castillo, profesor de escuela pública, busca realizar cambios profundos al actual sistema económico peruano con un cambio en la Constitución que permita una mayor participación del Estado en la economía nacional.

Sus votantes se concentran en las zonas centro, sur y rurales, donde justamente se han dado los resultados que permitieron al candidato de Perú Libre pasar a la delantera en el balotaje.