La ex gobernadora bonaerense consideró que la sociedad está "yendo a un lugar más moderado” y advirtió: “No creo que la confrontación permanente represente al votante de JxC”
La exgobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal insistió con que la definición de candidaturas puede esperar si se tienen en cuenta los problemas derivados de la pandemia y advirtió, en el medio de la interna que atraviesa su espacio: “No creo que la confrontación permanente represente al votante de Juntos por el Cambio (JxC)”.
Luego de que la presidenta de PRO, Patricia Bullrich, posara su mirada sobre ella y considerara que su indefinición en cuanto a lo que hará para las elecciones “no ayuda a JxC”, la exgobernadora dijo, durante una entrevista para Radio 10: “Este no es el tiempo de dar debates sobre candidaturas. JxC tiene buenos candidatos de las tres fuerzas políticas"
En esa línea, continuó: "Eso hace que podamos esperar, no tenemos que definir un candidato hoy porque tiene que ser conocido por la gente o porque no está instalado. En este contexto de pandemia podemos esperar para definir candidaturas”.
La exfuncionaria sostuvo que la discusión sobre quiénes se postularán “es un debate de la política y de la dirigencia, y no de la gente” y remarcó que ya escuchó las opiniones de los referentes de su espacio en cuanto a cómo deberá ser su participación en las elecciones de este año.
“La decisión la voy a tomar yo, en función de mi convicción y de lo que crea que es mejor para la gente, para mi espacio y, en último término, para mí”, aseguró.
Vidal comentó que aún quedan 60 días para el cierre de listas y enfatizó en la necesidad de pensar en aquellas familias que se vieron afectadas por la pandemia, tanto en cuestiones sanitarias, como económicas.
“A partir de que se dé el cierre de listas empezara la campaña”, determinó, e indicó: “Hoy no estamos en campaña, mi responsabilidad no es hablar de candidaturas. La gente espera de mí y de todos los dirigentes vernos cercanos, entendiendo sus necesidades, acompañando medidas que sean buenas y marcar lo que esté mal, lo que el Gobierno hace mal”.
En cuanto a este rol de control de la oposición, agregó: “Es bueno para el Gobierno, porque cuando uno está en el poder pierde humildad, se vuelve intolerable a las críticas, y una crítica honesta puede ayudar a mejorar”.
rob