Los capitanes de todas las selecciones de la Copa América están en estas horas en permanente dialogo evaluanbdo la posibilidad de una protesta en coinjunto , que no descarta acciones activas, en desacuerdo porque se juegyue este tornero en Brasil en medio de un crecimiento sostenido de la pandemia de Covid-19.

De todas formas no habrá expresiones publicas hasta después del martes, cuando se cierren estas fechas de las Elininatorias Sudamericanas que juegan los 10 países participantes de la región.

Después de allí, ya con el horizonte del debut en el torneo puede haber muchas novedades, y se anticipa una semana muy caliente , en un marco de incertidumbre, que hoy no podria definir si se jugará o no el torneo continental de naciones.

Los datos para las dudas son contundentes: Brasil tiene más de 470.000 muertes y casi 17 millones de casos de coronavirus, y es el país de Latinoamérica más castigado por la pandemia, el segundo del mundo con más fallecimientos asociados al Covid y el tercero con más infectados, por detrás de Estados Unidos y la India.

El click se dio cuando la Copa América empezó a pasar de manos y cayó en Brasil. Los primeros reclamos llegaron desde Uruguay, con Cavani y Suárez como voceros.

Se sumó Sergio Agüero con un tono más tímido. Messi evitó el tema en sus declaraciones tras el 1-1 ante Chile. Hasta que Casemiro dio a entender que ni los jugadores ni el cuerpo técnico de Brasil están de acuerdo con las condiciones planteadas.

"Todo el mundo sabe cuál es nuestra posición, todo el mundo la sabe, más clara imposible y Tité ya la expuso públicamente. No es mi posición personal, no es la posición de los futbolistas de la selección que estamos en Europa. Es la posición de todos los jugadores del plantel y también del cuerpo técnico de Tite", dijo el volante de Real Madrid.

De hecho hay runmores que abte unb eventula boicot de los jugadores brasileños, el DT Tité tiene en alerta para convocar a la selección sub 23 de ese país

En este complicado escenario, el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, destacó que se jugaron 254 partidos “bajo un estricto control y protocolo para cuidar la salud de todos”.

Uno de ellos fue interrumpido seis veces porque los gases lacrimógenos con los que la policía reprimía a manifestantes en las afueras del estadio Romelio Martínez, de Barranquilla invadían el campo de juego. A esa ciudad viajará la Argentina para jugar el martes. Y habrá 10 mil espectadores en el estadio Metropolitano. Lo anunciaron el 3 de junio, día de récord de casos de coronavirus en Colombia: 27 mil contagios y 511 muertos en 24 horas.

Una carta posible sería jugar en disconformidad y manifestar el repudio a los manejos que los involucran y por los que nunca fueron consultados. La maniobra más dura sería una renuncia colectiva al torneo.

Esas cuestiones son las que se vienen debatiendo en los chats que mantienen los capitanes. En el medio, una catarata de especulaciones. Hay que esperar hasta el martes para saber hasta dónde llegará esta movida.

rob