Mientras transcurría la primera ola de coronavirus, las morgues de la ciudad de Nueva York, Estados Unidos colapsaron y decidieron comenzar a colocar los cuerpos de las víctimas en camiones frigoríficos que fueron alojados en el puerto Brooklyn.

Un año después, aún quedan 40 remolques frigoríficos con 750 cadáveres.
Las autoridades manifestaron que buscan tratar cada caso en particular con las familias para que puedan organizar los funerales, pero señalaron que los cuerpos siguen en ese lugar por varias razones.

Entre ellas está que algunas familias dijeron que no cuentan con recursos para realizar un funeral y esto abre la posibilidad de que esos cuerpos sean enterrados en la isla de Hart, donde son ubicados en fosas comunes los cuerpos que nadie reclama, los no identificados y los indigentes, algo que están tratando de evitar.

Hart Island está ubicado a unos 750 metros de la ciudad de Nueva York y es el cementerio público más grande de Estados Unidos, en dicho lugar no hay lápidas ni horarios de visita regulares.

Ante este dato el concejal Marc Gjonaji se mostró muy indignado por esto y está reclamando para que ayuden a las familias a organizar los entierros en la isla de Hart, en el estrecho de Long Island.

Gjonaji cree que la ciudad le debe a estos muertos por coronavirus, un entierro con dignidad y respeto.