Los Estados Unidos pensaron que era posible minar la moral de los enemigos mediante la fabricación de una bomba que "provocara" la atracción sexual entre miembros de un mismo ejército enemigo

El proyecto había sido presentado en 1994, con un presupuesto previsto de u$s 7,4 millones para el desarrollo y producción masiva de esta arma durante seis años.

La idea surgió en Dayton, Ohio. Allí, el laboratorio de la base Patterson Wright de la Fuerza Aérea incluía una propuesta titulada "Productos Químicos para el hostigamiento, irritación e identificación de los malos".

El proyecto sería luego presentado ante un departamento del Pentágono, organismo encargado de desarrollar armas químicas no letales.

Dentro de las propuestas se encontraba también una sustancia, que al ser rociada, provocaba "una grave y continuada" halitosis a fin de ser "fácilmente identificables" durante varias semanas.

Eso no es todo.

Los científicos de la Casa Blanca también idearon un plan para recultar ratas y "animales mayores" para atacar a los enemigos y provocar el pánico entre los habitantes.

Desde el Departamente de Defensa norteamericano, el teniente coronel del Ejército Barry Venable indicó que el concepto de la bomba homosexual "surgió básicamente en una sesión de sugerencia de ideas y fue rechazado inmediatamente".