Sorpresa en Ecuador: perdió el candidato de Correa y del populismo
El triunfo del banquero Guillermo Lasso, asesorado por Durán Barba, es un revés para el objetivo de Cristina Kirchner de conformar una corriente de gobiernos populistas en Sudamérica
12 de abril de 2021
Cuando todo parecía indicar que un delfín del polémico Rafael Correa recuperaría el poder para el populismo en Ecuador, un banquero dio el batacazo y triunfó en el balotaje.
Guillermo Lasso, un banquero de 65 años asesorado por el polémico Jaime Durán Barba -también asesor en su momento de Mauricio Macri-, se impuso en el balotaje a Andrés Arauz, el delfín de Correa, el ex mandatario condenado por corrupción, y aliado continental del kirchnerismo.
En su tercer intento por llegar al poder, ganaba por 52,5% a 47,4% con el 97% de los votos escrutados. Arauz reconoció la victoria de su oponente.
En una maratónica campaña, y contra la mayoría de los pronósticos, Lasso se convirtió en el nuevo presidente de Ecuador tras un disputado balotaje para suceder al gobernante Lenín Moreno.
Cuando restaban apenas unos pocos votos y la diferencia se afincaba en cinco por ciento, Arauz reconoció la derrota. “Le felicitaré por el triunfo electoral obtenido hoy y le demostraré nuestras convicciones democráticas”, prometió.
Lasso, a su vez, proclamó: “Este es un día histórico en el que todos los ecuatorianos han expresado la necesidad de cambio y el deseo de mejores días para todos”, aseguró el candidato.
El líder centroderechista agradeció a sus aliados, incluido el el estratega Durán Barba, muy conocido en Argentina, quien lo ayudó a modernizar su imagen especialmente en la redes.
Arauz, delfín del nacionalista Correa, un ex presidente controvertido durante sus dos periodos, crítico de la prensa libre y duro represor de la amplia colectividad indígena del país, había ganado por amplia mayoría la primera vuelta.
Lasso quedó disputando el segundo lugar precisamente con un dirigente indígena de izquierda, Yaku Perez. La justicia lo confirmó luego en el derecho al balotaje por una mínima diferencia y este domingo fue la conclusión de ese complejo proceso.
El resultado reconoce un enorme impacto regional. Arauz fue respaldado por dirigentes de la autodenominada progresía latinoamericana como el gobierno de Alberto Fernández en Argentina o el chavismo de Venezuela. El resultado, frente a las elecciones que aún restan producirse en la región, es un claro alerta para ese sector político respecto de que todo puede suceder.
Los dos dirigentes protagonizaron durante la campaña un choque de relatos. Arauz, un ex ejecutivo del Banco Central del actual gobierno de Lenin Moreno, presumía una posición de izquierda como estrategia para agregar votos.
Su contrincante de 65 años, pro mercado, prefirió trabajar sobre el centro y la juventud, un camino que le consolidó la victoria.
“¡Juntos lo estamos logrando! Gracias Ecuador por demostrar su apoyo en las urnas. Como corresponde, vamos a esperar los resultados oficiales. Estamos positivos y con la fe en alto. Juntos Lo Estamos Logrando”, tuiteó Lasso cuando ya estaba escrutado el 95% de los votos.
Poco más de 13,1 millones de ecuatorianos estaban llamados a emitir su voto obligatorio en una jornada que se extendió por diez horas y concluyó sin inconvenientes o mayores aglomeraciones.
Apenas concluida la elección, los canales Ecuavisa y Teleamazonas divulgaron dos encuestas a boca de urna, una de la firma Cedatos que le da una ventaja a Lasso de seis puntos porcentuales (53,24%) sobre Arauz (46,76%), y otra de Clima Social que señala un empate técnico, por lo que se abstuvo de revelar porcentajes.
“Esta es nuestra oportunidad para dejar el pasado atrás; para dejar ese dolor, ese sufrimiento, esa exclusión que hemos vivido últimamente y pasar a un gobierno realmente humano, uno que quiera a su gente”, dijo Arauz en su último intento de campaña. No pudo votar en Ecuador porque está empadronado en México, donde cursaba un doctorado.
Lasso en cambio votó en Guayaquil, motor económico en el suroeste del país, con un mensaje a los indecisos. “Los invito a darnos una oportunidad para servirlos (...), porque con humildad les digo: le entregaré mi vida al pueblo”.
Además reafirmó su propuesta de construir un país “de oportunidades, libre y democrático”. Lasso gobernará este país de 17,4 millones de habitantes a partir del 24 de mayo, en reemplazo del impopular Lenín Moreno. Acosado por las críticas ante la lenta vacunación contra el covid-19, Moreno también deja una economía (dolarizada) en números rojos: en 2020 el PIB retrocedió un 7,8% y la deuda pública total alcanzó el 63% del Producto Interno Bruto.
Aunque lleva desde 2017 fuera de Ecuador, Correa buscó ser la figura central de la contienda. El exmandatario, que se asiló en Bélgica con su familia para huir de un grave proceso de corrupción en su contra, rompió con Moreno apenas éste lo sucedió hace cuatro años. La disputa que fraccionó a la socialdemocracia local.
Lasso encarna el anticorreísmo que agrupa a la derecha tradicional, empresarios, algunos medios de comunicación y gran parte de la sociedad desencantada con las salidas populistas que pregonó Correa.