Por Roberto Blanco

Ramón Díaz se metió hoy en la historia de los grandes entrenadores que tuvieron un regreso de gloria luego de muchos años sin dirigir en Argentina y a la vez mantener la sana costumbre de irse con un título y retornar a la actividad con otro.

El "Pelado" Díaz dejó de dirigir en el fútbol argentino al finalizar el Torneo Clausura 2002 que ganó con River Plate y desde ese momento, a pesar de una experiencia como manager en la liga de ascenso del fútbol inglés, nunca más volvió a
conducir un plantel.

El ex delantero se calzó en enero pasado nuevamemente el buzo de DT y rompió el molde la ganar el Torneo Clausura 2007 con un nuevo título, esta vez con San Lorenzo.

En el fútbol argentino, esto de irse campeón y volver muchos años después con el mismo festejo, sólo se produjó hasta el logro de Díaz, en tres oportunidades en los últimos 50 años.

El primero en marcar este hito fue el legendario Alfredo Di Stéfano quien en el Torneo Nacional de 1969 sacó campeón a Boca Juniors, en el inolvidable equipo que tenía como
figuras entre otros a Norberto Madurga, Angel Rojas, Julio Meléndez y Nicolás
Novello.

Luego de ese título regresó inemediatamente a España y volvió al fútbol local 11 años después para dirigir en el Torneo Nacional de 1981 a River Plate, a quien consagró
campeón en ese certamen, en un plantel que tuvo justamente la "pelado" Díaz como
una de sus estrellas, junto a Daniel Passarella y Mario Kempes.

En el torneo Clausura 1996, Carlos Bianchi se fue a dirigir a la Roma de Italia cuando sólo faltaban tres fechas para el final del torneo y el equipo de Liniers era el líder
absoluto del certamen de primera división.

En las estadísticas comparte el título con su reemplazante de tres jornadas --Osvaldo Piazza-- sin embargo, para afianzar más la idea de su compromiso con ese logró, el día de la vuelta olímpica en Liniers, el Virrey estuvo presente en el campo de
juego.

Dos años después, tras la amarga experiencia italiana, Bianchi regresó al fútbol argentino para dirigir Boca, en su primer torneo, Apertura 1998.

El tercero de este grupo de elgidos fue Américo Gallego quien fue campeón invicto con River Plate, en su primera experiencia como DT (Apertura 1994), para repetir el grito de campeón seis años después, cuando llegó nuevamente al club de Nuñez para
reemplazar a Ramón Díaz (Clausura 2000).

Gallego se fue después del título de 1994 a trabajar junto a Daniel Passarella en la selección nacional y tras esperar dos años fue convocado para dirigir en el club
"millonario".

El "Tolo" también cumplió con la costumbre del retorno con un título y es ahora junto a la "Saeta Rubia", el Virrey de Liniers y la Boca y el riojano más famoso, un integrante más de los entrenadores existoso que vuelven como se fueron: con
campeonatos bajo el brazo.