En enero, un año electoral, el Gobierno giró $ 17.459 millones a programas que se encargan de la distribución de planes sociales, ya sea a partir de políticas alimentarias o de creación de empleos para sectores vulnerables.

Las transferencias a dos áreas específicas del Ministerio de Desarrollo Social representan una erogación de $ 605 millones diarios y ya equivalen a casi el 8% del gasto previsto para el año, según el sitio oficial Presupuesto Abierto, del Ministerio de Economía. Desarrollo Social es el ministerio que más fondos recibió este año, donde hubo asignaciones mínimas para el resto. Trabajo, por ejemplo, sólo lleva ejecutado el 1,1% de sus fondos, Economía, el 2,37%, Educación, el 0,75%, Presidencia, el 0,8%, y Obras Públicas, el 0,71%.

Salud, incluso en pandemia, recibió el 2,41% de los $ 198.000 millones estipulados para todo 2021.

Durante el 2020, y especialmente a partir de la pandemia, el gasto social fue creciendo de manera sostenida, apuntalado por el Gobierno para atender a los sectores más afectados por la cuarentena.

Lo que comenzó siendo un aporte de $ 50.000 millones anuales a programas destinados a ayuda alimentaria y a la creación de empleo terminó cuadruplicando el monto, con erogaciones que superaron los $ 200.000 millones, sin contemplar, por ejemplo, el gasto que significó las tres entregas del Ingreso Familiar de Emergencia, a cargo de la ANSeS, por $ 270.000 millones.

El Presupuesto 2021 previó fondos para Desarrollo Social, que conduce a Daniel Arroyo, por $ 252.626 millones, que ya tuvieron un leve incremento y pasaron a $ 255.712 millones.

De ese total, ya se giraron $ 17.888 millones; aunque casi el 90% corresponde a partidas de los programas más nutridos del ministerio: Políticas Alimentarias y Potenciar Trabajo: exactamente $ 17.549 millones.

El programa Políticas Alimentarias tuvo un fuerte primer desembolso durante enero: $ 7.439 millones, el 6,51% de los $ 114.250 millones que tiene que recibir en todo el año.

Se trata de una caja estratégica, ya que desde allí salen fondos, según marca el mensaje del presupuesto, destinados a "acciones vinculadas a la Tarjeta Alimentar, que consiste en una acreditación mensual de fondos" a titulares de la Asignación Universal por Hijo y otros planes. También desde allí salen recursos para la asistencia a comedores escolares. A cargo del área está una dirigente de La Cámpora: la secretaria de Inclusión Social, Laura Valeria Alonso.

El Potenciar Trabajo, en tanto, es la principal herramienta mediante la que Desarrollo Social apuesta a reemplazar al IFE, con la diferencia central, al menos desde lo que transmite Arroyo, de que exista una contraprestación laboral a cambio del ingreque se paga. A fin de año, como extra, unos 700.000 beneficiarios del plan percibieron un bono de $ 9.450, casi idéntica suma al haber mensual de $ 10.293 que cobran por mes.

En el primer mes de 2021, Potenciar Trabajo fue el programa que más fondos recibió de Nación, dentro de la órbita de Desarrollo Social. Fueron $ 10.110 millones, el 9,04% de los $ 111.897 millones que tienen que asignarle en todo este año. El plan depende de la Secretaría de Economía Social, que se encuentra a cargo del dirigente social y referente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico.

Los dos programas con mayor presupuesto dentro de la estructura de Desarrollo Social se reparten, de manera periódica, en los 24 distritos del país. El flujo de dinero enviado también viene siendo elevado, pero en las últimas horas se corrigió lo que se percibía como una irregularidad.

Hasta el jueves, la Ciudad de Buenos Aires había sido la más relegada en cuanto al envío de fondos. con poco más del 2,7% ejecutado, cuando el resto de las provincias se ubicaba con una ejecución de entre el 5% y el 10%.