River volvió a demostrar capacidad de recuperación y cerca estuvo de una hazaña en Brasil por la Copa Libertadores.

Acarició la posibilidad de llegar por tercera vez consecutiva a la final de la Copa Libertadores, tras vencer a Palmeiras, de visitante, 2 a 0, y quedar en las puertas de una definición por penales de la serie semifinal, ya que en la ida había sido goleado 3 a 0.
Con una actitud ganadora y el convencimiento de su fortaleza futbolística, el equipo de Marcelo Gallardo dominó las acciones desde el primer minuto, y con un gol anulado y dos penales no sancionados por injerencia del VAR, cerca estuvo de empatar la serie, o hasta ganarla en los 90 minutos.
Ante un Palmeiras deslucido y dominado por sus propios miedos, River se fue al vestuario en el primer tiempo con un 2 a 0, con goles de Rojas y Santos Borré, que lo ilusionaban de cara al tramo final del choque en San Pablo.

A pesar de marcar el 3 a 0, a los pocos minutos del complemento por intermedio de Montiel --el gol fue anulado por un off side de Enzo Pérez-- y a pesar de quedar con uno menos por expulsión de Rojas, siguió buscando el arco rival.

Sobre la media hora de juego hubo una falta en el área, que el árbitro sancionó como penal ante una falta a Matías Suárez, pero luego, tras el llamado de los asistentes externos, al revisar la jugada, se detectó que no había existido la falta, sino un choque de piernas producto el envión de la jugada.

Los Millonarios lo intentaron todo pero les faltó precisión sobre el final, y así se le escapó la chance.

River perdió el sueño de una nueva final por sus errores en el partido de ida, y el 0-3 terminó sentenciado su suerte.

Palmeiras, con un nivel casi decepcionante, ahora espera rival entre Santos y Boca, que jugaran este miércoles.

rob