Los expertos evalúan caminos que permitan recuperar credibilidad al organismo. Proponen crear un comité de notables y retomar la vieja forma de medir el costo de vida
A pesar de los cambios en su directorio, el INDEC sigue gozando de la poca credibilidad que lo afecta de un tiempo a esta parte. Por eso, ya buscan caminos para sacar al organismo del pozo en que cayó.
El plan presentado por el nuevo titular del organismo, Alejandro Barrios —que aún debe ser aprobado por Felisa Miceli—, prevé regularizar a 70 empleados contratados y normalizar 120 cargos directivos.
Pero además, los expertos dan su opinión:
"Para sacar al organismo del pozo, lo primero es poner en marcha una nueva estructura, con una organización que permita retomar el cálculo de la inflación en función de los datos reales de la encuesta", opinó el economista y ex viceministro de Economía Miguel Bein.
El ex director del INDEC Juan Carlos del Bello, que dejó el organismo tras una disputa con Roberto Lavagna por oponerse a los cambios que el ex ministro quería implementar en la medición de la pobreza, explicó: "Las propuestas de la actual gestión son correctas desde el punto de vista del fortalecimiento institucional, pero de ninguna manera esto resuelve el problema de pérdida de credibilidad. Es sólo un parche".
Según Del Bello, la única forma de que se recupere la confianza es que "se retome la forma anterior de medición de la inflación".
Con los cambios impuestos en enero, la inflación ya no toma en cuenta los precios reales sino los que figuran en los acuerdos firmados entre las empresas y el Gobierno.
"Me llama la atención que las nuevas autoridades no hayan tomado ninguna decisión respecto de esto. El problema de fondo es la medición", insistió Del Bello.
Para Ricardo Delgado, economista de la consultora Ecolatina, el camino para que el INDEC recupere credibilidad depende de la decisión política del Gobierno de avanzar en la normalización del organismo.
"Lo más importante es que la sociedad vuelva a percibir que el INDEC tiene estadísticas confiables. Para esto es fundamental revertir los cambios metodológicos, sobre todo en lo que afecta a áreas sensibles como las prepagas o el turismo".
Otras alternativas —dijo— serían "armar un comité de notables o buscar el monitoreo de alguna agencia internacional de estadísticas de calidad reconocida, como podría ser la de Canadá", concluyó.