Por Roberto Blanco

Nino Dolce, el participante de GH Famosos que desde el segundo día de convivencia en la casa se compró todos los números para ser expulsado, logró sobrevivir tres
semanas hasta este lunes cuando por amplia mayoría de la gente fue sacado del juego.

Tras ser nominado en primer lugar por todos sus compañeros la semana pasada y además recibir la "espontánea", el polémico integrante de la casa no tuvo rivales a la hora de la decisión del público al sacarle más de 40 puntos al segundo, Luis Vadalá, su
principal "enemigo" dentro del juego.

Casi sin votos en contra, Hernán Caire, Fernanda O'Neill y Jacqueline Dutrá, no tuvieron ninguna oportunidad de pelearle el primer lugar a Dolce, quien hasta último momento conservó la esperanza de quedarse.

De nada sirvió la "buena letra" que hizo en los último días el cocinero -estuvo menos peleador y alocado- la pésima semana que vivió hace siete días lo dejó ya con un pie afuera por sus peleas, especialmente con Pablo Tamagnini y Vadalá.

Estas situaciones llevaron a que todos los integrantes de la casa entraron juntos al
confesionario y le rogaran a Gran Hermano la expulsión directa de Dolce bajo la amenaza de retirarse ellos sin esto no era cumplido.

GH los tranquilizó y le pidió esperar a las nominaciones donde cada uno de los jugadores no dudó en castigar a Dolce, con tanta vehemencia que cuatro de ellos fueron castigados por realizar un "voto cantado", una jugada prohibida por el reglamento de la casa.

"Me tenía un poco fe, pero adentro la cosa está muy dura", dijo Dolce apenas salió de la casa de la cual se retiró a pesar de todo con emoción y lágrimas, especialmente de Fernanda, Jacqueline y Lissa, quienes, a pesar de todo, estuvieron con él en los últimos minutos.

Fue emotivo el saludo final con Vadalá, con quien en varias ocasiones a punto estuvo de irse a las manos cuando el ex de Moria Casán lo abrazó y le dijo al oído: "los rencores quedan acá".

La gala de expulsión también tuvo la novedad de recrear los momentos en los cuales tanto Vadalá y Jorge "Roña" Castro se acercaron al confesionario para plantear la posibilidad de irse, el mecánico por sostener que no se adaptaba al clima juvenil de la casa y el boxeador por la necesidad de ver a su familia.

En ambos casos, como un golpe directo al corazón, detrás del confesionario aparecieron voces de los afectos de los participantes que los hicieron cambiar
de opinión.

La mujer y la hija del "Roña" lo quebraron y los convencieron a seguir, una promesa que parece al menos cumplirá por una semana, ya que luego, el ex campeón del mundo le dijo a sus compañeros que el domingo pedirá irse.

En el caso de Vadalá, su esposa, Noelia, actuó como una contenedora psicóloga y le pidió que se "relajara" y que se dedicara a "jugar", y en ese marco ambos se
comprometieron a seguir y llegar los más "lejos posible" por la necesidad de ganar el premio que tienen ambos.

En otro momento de la noche, se pudo ver el operativo especial que se desplegó el domingo para que Vadalá, Pablo Tamagnini, Cinthia Fernández y el "Roña"
Castro fueran a votar en las elecciones porteñas, mientras el otro participante con esa obligación -Hernán Caire- no lo hizo al haber perdido su DNI.

Ahora sin el conflictivo Nino Dolce, la casa entra en una semana de conflictos y luchas internas, abierto está la pelea entre Connota y Jacqueline Dutrá -las
bromas de la vedette ya tiene hartos a varios integrantes- y los constantes roces de algunas mujeres con el "Roña" por su flatulencias que el boxeador libera sin control en cualquier lugar de la casa.

Esta semana la casa entrará en una nueva etapa de nominaciones y ya se percibe que algunas de ellas pueden traer "mal olor".