Así lo consideran los responsables de los referentes de la industria porno. Es debido a la gran oferta que existe en la red, que obligan a bajar los precios de los DVD triple X
Durante años se consideró Internet como una bendición para la industria pornográfica: pocos controles gubernamentales, nulos gastos de distribución, inmediatez (o casi) para el usuario... Sin embargo, en un capítulo más del gran libro de la transformación industrial que supone la red de redes, el 'establishment' de la pornografía empieza a verle las orejas al lobo: Internet está terminando con su negocio.
Eso es lo que nos cuenta en News.com, donde aseguran que los recursos gratuitos o de bajo coste que podemos encontrar en Internet están haciendo que desciendan de forma violenta las ventas de DVD calificados 'X'.
Internet se ha convertido en una rampa de lanzamiento para los pornógrafos aficionados y para las parejas más atrevidas. Harvey Kaplan lamenta que éstas estén realizando sus propias películas caseras en casa para después subirlas a la red: "Están terminando con el mercado".