Se cree que se origina solamente por falta de actividad física o una dieta no equilibrada, pero se descubrió que existen diferentes trastornos que influyen en su desarrollo
Por Carina BarberLa obesidad es una enfermedad grave y crónica que puede dañar la salud de la persona que la padece. En los niños puede afectar el crecimiento y el desarrollo, además de provocar sobrecarga cardíaca y dificultad para respirar.
Es una patología que debe ser tenida en cuenta debido al enorme aumento de los casos: hay 350.000 nuevos menores obesos por año en el mundo.
Aún no se comprende bien la forma en que el organismo regula el peso y la grasa corporal. La causa siempre pareció ser muy simple: si una persona consumía más calorías de las que necesitaba, aumentaba de peso. Pero lo que provoca la obesidad puede ser, en muchos casos, una compleja combinación de factores genéticos, metabólicos, socioeconómicos y de estilo de vida, entre otros. Además, algunas enfermedades, trastornos endocrinos y medicamentos también pueden influir considerablemente.
Se descubrió recientemente que la composición bacteriana de la flora intestinal de las personas con obesidad es diferente a la de las que no padecen esta enfermedad.* Algunos de los factores y trastornos que influyen en el desarrollo de la obesidad:
* Genéticos: las investigaciones han demostrado que la predisposición a la obesidad se puede heredar. En el 2004 se informó sobre un estudio en el que se descubrió que el 48% de los niños que tenían padres con exceso de peso adquirían la misma patología.
* Metabólicos: el cuerpo de cada persona utiliza las calorías de una forma única. Tanto los factores hormonales como los metabólicos no son iguales en todas las personas, pero éstos influyen en el aumento de peso. Los estudios muestran que los niveles de una hormona péptida (grelina) que regula el apetito, y otros péptidos del estómago, participan tanto a la hora de producir sensación de hambre como de saciedad.
* Socioeconómicos: se ha comprobado una gran relación entre el nivel económico y la obesidad, sobre todo entre las mujeres. Las mujeres con un nivel socioeconómico bajo tienen 6 veces más probabilidades de padecer obesidad que las que pertenecen a un nivel superior.
* Estilo de vida: el exceso de consumo de alimentos combinado con una vida sedentaria favorecen el desarrollo de la obesidad.
* Según un estudio publicado en la revista Nature por el investigador Peter Turnbaugh de la Universidad de Washington, en St. Louis, la ausencia o reducción de algunas de las bacterias de la flora intestinal es un nuevo factor que hay que considerar en la obesidad. Este descubrimiento se suma a la lista de problemas ya conocidos.
Turnbaugh afirma que las personas obesas tienen una composición bacteriana sensiblemente diferente al de las que tienen un peso normal.
Cuanto menor es el número de “bacteriodetes” intestinales (una de las dos clases principales), se da una mayor incidencia de la enfermedad. El investigador realizó un estudio con 12 pacientes obesos y descubrió que, al someterlos a dieta, la proporción de bacteriodetes aumentaba, también que las bacterias intestinales de las personas con sobrepeso extraen más cantidad de calorías de los alimentos.
De todos modos, aún queda mucho por investigar e interrogantes a los que hay que encontrarle una explicación. Entre ellos, si las diferencias halladas entre personas obesas y no obesas son suficientes para justificar una variación tan grande en el peso.
Además de encontrar la manera de utilizar este descubrimiento en beneficio de los pacientes con esta severa patología.