Ante los empresarios de IDEA, el ministro de Economía afirmó que la evolución de los precios está "atada al dólar oficial” y confirmó que habrá nuevas medidas
El ministro de Economía, Martín Guzmán, garantizó que no habrá devaluación y minimizó el impacto de los dólares alternativos sobre la situación del país. Lo hizo al hablar en la última jornada del 56 Coloquio de IDEA. Al referirse al contado con liqui, expresó que "lo que ha ocurrido en ese mercado es que se ha ido achicando y se vuelto más volátil".
"Se generaron tensiones y expectativas que explican esa brecha", entre la cotización oficial y los dólares alternativos, aseguró el funcionario, quien además confirmó que habrá "un cambio de dirección en el control del dólar Contado con Liquidación (CCL)".
Esta es la operación que, mediante la compra-venta de acciones y bonos, permite girar dólares fuera del país.
"¿Nos importa que pueda haber un mercado donde puede haber transacciones de pesos contra dólares? La respuesta es que sí. Pero si es un mercado muy chiquito, pasa lo que pasa ahora, que es muy volátil. Vamos a ir facilitando ese tipo de operatorias porque, además, partimos de una expectativa de que está muy alto ese tipo de cambio en relación a la capacidad argentina para generar el ingreso de dólares", planteó Guzmán. "Estamos completamente comprometidos en que el tipo de cambio oficial evolucione de la mano de los precios, mantener estabilidad del tipo de cambio real. Hoy sí tenemos un tipo de cambio real que representa la realidad argentina en el frente comercial", añadió.
Guzmán afirmó que "la situación del dólar oficial es bien distinta a la de los paralelos".
"El blue y el contado con liquidación son dos dólares que no importan de forma directa en la economía sino sobre las expectativas. La realidad es que esos tipos de cambios están en valores que no representan la realidad argentina", aseveró. En esa línea, el funcionario afirmó: "Tenemos los instrumentos para tener la política cambiaria que venimos llevando a cabo para el tipo de cambio oficial".
Según Guzmán, la brecha cambiaria no impactará en la inflación, ya que el índice de precios "no está atado al blue, sino al oficial". "Esto viene pasando mes a mes. La inflación no va a ser del 40. En nuestro pronóstico esperamos una caída de 20 puntos respecto de 2019. La realidad ha estado más alineada con los pronósticos del gobierno que con los del mercado", sentenció.
Al explicar las restricciones a la compra del dólar ahorro, Guzmán justificó que se trata de "una situación extraordinaria de la historia del capitalismo y la pandemia forzó al Estado a proteger el trabajo, la producción y a los sectores más vulnerables", lo que "implicó la necesidad de mayor financiamiento monetario porque no teníamos las finanzas públicas en forma saludable".
"Cuando el Estado hace ese esfuerzo hay que tomar medidas que no nos gustan, necesarias para evitar un mal mayor. Además, el cepo fue impuesto por la administración anterior en un contexto de enorme ansiedad económica que procedió a haber abierto de forma plena la cuenta capital y el ingreso de capitales especulativos que se fueron de golpe", aclaró.
Esa corrida, aseguró, "sí afectaba a la gente porque tenía efecto sobre los precios". "Los controles de capital no nos gustan y no deben ser una característica de la economia, pero para cambiarlo hace falta tener más robustez en las reservas internacionales. Y eso no se cambia de un día para el otro", sumó.
Sobre el nivel de las reservas, el economista destacó que "son pocas para sacar el cepo", pero destacó que "hay 41 mil millones de dolares y una parte importante de eso se puede hacer líquida de un momento a otro".
Consultado sobre si sigue pensando que no es viable bajar el gasto público en este contexto, Guzmán aclaró que la Argentina "tiene que converger al equilibrio fiscal para no estar dependiendo del financiamiento externo o monetario, porque eso le genera problemas a la economía".
"Ahora, hay que hacerlo a una velocidad consistente con la recuperación económica. El gasto hay que racionalizarlo, redefinir como se gasta en pos de apuntar a la recuperación y el desarrollo. Lo estamos haciendo. El presupuesto 2021 refleja esa visión. Aumenta el gasto en inversión pública, innovación y desarrollo, educación, salud... y cae fuertemente los intereses de la deuda gracias a la restructuración. Hay que hablar de sostenibilidad fiscal y redefinir las prioridades. Bajarlo no va a funcionar para la Argentina", dijo.