El presidente norteamericano ya abandonó el hospital militar adonde fue trasladado luego de confirmarse que padece coronavirus. Sigue la polémica por sus dichos
"No tengan miedo al Covid", pidió el presidente Donald Trump al anunciar que abandonará el hospital este lunes.
En medio de una fuerte polémica entre los expertos médicos que aseguran que no es adecuado dar el alta a una persona que ha sufrido coronavirus tan pronto, Trump irá a la Casa Blanca luego de estar internado desde el viernes. “Dejaré el gran hospital Walter Reed hoy a las 6.30 pm. Me siento muy bien!”, dijo.
Y agregó: “No tengan miedo del Covid. No dejen que el coronavirus te domine”, tuiteó el presidente”.
“Hemos desarrollado, bajo la administración Trump, grandes drogas y conocimiento. Me siento mejor que hace 20 años”, destacó.
El alta tan temprana del presidente sorprende a los expertos en esta enfermedad porque aún se estima que Trump, de 74 años, es un paciente de riesgo y transita el período más peligroso de vulnerabilidad, cuando la salud de algunos pacientes puede declinar rápidamente y necesitar cuidados intensivos urgentes.
Además, irá a recluirse a la Casa Blanca, donde avanzan los casos de coronavirus. Ya más de 12 personas de su entorno han dado positivo. Las últimas fueron su propia jefa de prensa, Kayleigh McEnany, y dos asistentes de limpieza.
Pero el presidente necesita con desesperación volver a la campaña electoral, cuando falta menos de un mes para las elecciones del 3 de noviembre y marcha 8,5 % por debajo de su rival Joe Biden en las encuestas.
Trump había minimizado hasta ahora la gravedad de la enfermedad y criticaba incluso a los que usaban barbijo. Por eso, ahora que él la ha padecido, ha lanzado su nueva estrategia para intentar utilizarla a su favor: él es un guerrero que ha vencido al Covid 19 y la gente no debe tener miedo de contagiarse. Esa será la narrativa ahora para el tramo final de la campaña.
La posibilidad de que hoy saliera del hospital ya había sido anunciada el domingo por el equipo médico de la Casa Blanca Sean Conley, que se refirieron dos veces a la planificación de liberar a Trump tan pronto como al día siguiente “si sigue pareciendo y sintiendo tan bien como lo hace hoy en día”.
Los médicos siguen dando un panorama optimista de la situación del presidente, pero no brindan un panorama completo. Dicen que tuvo fatiga el viernes, cuando fue internado, y luego admitieron que le habían suministrado oxígeno, cuando en principio lo habían negado. Tampoco dijeron cuánta fiebre había tenido ni el impacto en los pulmones o riñones. Solo dijeron vagamente que era el “esperado”.
Los médicos que no pertenecen al entorno de Trump dijeron estar desconcertados, porque señalaron que el panorama que pintaban sus colegas de la Casa Blanca era demasiado leve dada la mezcla agresiva de tratamientos que estaba recibiendo, que incluye una terapia con anticuerpos monoclonales, el antiviral Remdesivir y dexametasona.
En su afán por seguir mostrando que el virus no lo había golpeado fuertemente, el presidente salió el domingo imprevistamente del hospital para saludar a decenas de simpatizantes que lo esperaban en la puerta con banderas y pancartas.
Esta salida fue duramente criticada por los expertos sanitaristas, que dicen que no solo fue riesgosa para la salud del presidente sino para su entorno, ya que estuvo encerrado en una camioneta con chofer y personal de seguridad que ahora deberá permanecer en cuarentena.