El inspector de la Montada de la Policía Federal Juan Pablo Roldán (34) murió tras recibir una cuchillada de un hombre que supuestamente está con las facultades mentales alteradas.

Unos minutos antes de que la cuchilla de carnicero se clavara en su pecho, el agresor lo había amenazado a él y sus compañeros en el puesto 2 del destacamento de Cavia y Chonino.

Les dijo que iba a "matar a todos". Y fue Roldán el que lo trató de calmar. Aunque desconfiado de la salud mental del sospechoso, lo siguió. A metros del Malba, el homicida cumplió su palabra.

A causa de la cuarentena por coronavirus, la zona del ingreso al Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires no estaba tan llena de gente como suele estar un lunes pasadas las 16, la hora en que ocurrió el ataque que terminó en la trágica muerte del inspector Roldán.

Pero, pese a la pandemia, sí había enfrente del Malba algunos vecinos tomando un café en la esquina de Figueroa Alcorta y San Martín de Tours. Fueron testigos directos del crimen. “Se acerca un policía, le pide que se corra, y este hombre saca un cuchillo y dice: ‘¿A ver a quién me llevo primero?’. Entonces, el policía tira dos disparos al suelo, como para frenarlo. Pero el hombre le tira un cuchillazo, y le da al pulmón. Y después cayeron los dos al piso”, fue el testimonio ante TN de un vecino que estaba en un bar a escasos metros de la agresión que conmocionó a Palermo.

En ese mismo bar, estaba Ignacio Viale, el nieto de Mirtha Legrand, que le dijo a TN: "Cuando lo crucé, a esta persona que tenía el cuchillo, venía diciendo algo no muy normal como que los sueños, hay que atrapar el sol".

Al inspector Roldán los trasladaron al sanatorio Mater Dei, que queda a poco menos de 80 metros de donde lo atacaron: minutos después de su ingreso se conoció que había muerto.

Roldán había ingresado a la PFA en 2006, tenía un hijo de 4 años y su mujer recién se enteró del crimen en la clínica.

El agresor, identificado por fuentes policiales como Rodrigo Facundo Roza (51), con domicilio en Parque Las Heras, fue derivado al hospital Fernández, porque estaba herido en una de sus piernas a causa de uno de los disparos que atinó a hacer el inspector Roldan.

Todo había comenzado minutos antes, en el puesto 2 del destacamento de la Policía Montada de Chonino y Cavia. Hasta allí había llegado Roza, blandiendo una cuchilla, confiaron fuentes policiales. Y añadieron: “Fue al puesto 2 y amenazó que iba matar al policía, o a cualquier que pase. El inspector Roldán trató de calmarlo, y lo dejó ir”.

Sin embargo, Roldán no se quedó tranquilo y, junto a un par de compañeros, comenzó a seguir a Roza a pie.

Lo cierto es que cuando estaban en la esquina del Malba, pero de la vereda de enfrente, ocurrió la tragedia.

"Me senté en la mesa, pasó un minuto y esta persona se le pone a hablar y hacer gestos y le cantaba cosas a la mesa de al lado mío. Yo lo miré como diciendo 'qué pesado este pibe'. Vi venir tres o cuatro policías desde el museo hacia el restorán", narró Nacho Viale. Y siguió: "El tipo puso la mochila en el piso, la abrió y sacó un cuchillo de 30 o 35 centímetros, era enorme. La policía desenfunda y nos pegamos un susto grande, nosotros estabámos atrás del tipo y la policía desenfundó de frente a nosotros".

“Estaba bajo el efecto de drogas o de algún problema mental, porque hacía gestos como que hablaba con Dios, en actitud como ido, fuera de sí”, dijo uno de los testigos. Aún se intenta determinar si el hombre está en situación de indigencia, bajo los efectos de algún alucinógeno o tiene alteradas sus facultades mentales.

Lo cierto es que no bien Roldán y sus compañeros se acercan a Roza, el agresor se abalanzó sobre el inspector. Los policías retrocedieron cruzando la calle, hicieron disparos al piso y hasta le dieron en el pie. Pero el hombre no paró y cerca de la esquina del Malba, le atinó la cuchillada letal en el corazón.

En las imágenes de las cámaras de seguridad se ve cómo Roldan se toma el pecho y camina como agitado. Hasta que cae desplomado al piso. Moriría un rato después en el Mater Dei.

Roldán había nacido el 19 de julio de 1987 y estaba en la Fuerza desde el 1 de febrero de 2006. Había pasado por las comisaría 52 y 5, en San Martín cumplió servicio en la Delegación, en la ex División de Prevención Conurbano y en la Subdelegación 25 de Mayo.

Luego, llegó a la Montada donde este lunes se encontró con su asesino.