El extenso parate no afectó a la versión "copera" de River. Los dirigidos por Marcelo Gallardo fueron superiores en el 2-2 ante San Pablo, pero la mala fortuna impidió que se llevara los tres puntos en su visita al Estadio Morumbí, por la tercera fase de grupos de la Copa Libertadores.

El conjunto paulista no supo aprovechar en casa su mayor rodaje y dejó vivo a River que demostró su hegemonía en la competición internacional, pese a que no jugaba desde marzo.

Aunque había arrancado muy bien plantado, el Millonario estuvo en desventaja desde los 10 minutos. Involuntariamente, Enzo Pérez desvió un disparo que no representaba ningún riesgo para Armani y los brasileños se adelantaron en el marcador. Sin embargo, ocho minutos después, el colombiano Rafael Santos Borré culminó una gran jugada colectiva y puso el empate transitorio.

Antes del descanso los dos equipos se enfrentaron en una tangana después de que los jugadores del Sao Pablo reclamaran falta de 'juego limpio' en la devolución de una posesión que River decidió obviar. El incidente se solventó rápido y sin amonestaciones.

A diez minutos del final, Julián Álvarez, la gran apuesta del Muñeco, puso el 2-1 y parecía que la banda se quedaba con la punta del Grupo D. Pero, dos minutos más tarde, Fabricio Angileri con otro autogol empató el partido.

Pese a la diferencia de preparación y de ritmo, justo frente a un equipo brasileño y de visitante, los dirigidos por Marcelo Gallardo se mostraron en plena forma durante todo el encuentro. Solo la mala fortuno impidió que el sub-campeón se llevara el resultado que fue a buscar.