El presidente de EE.UU. George W. Bush salió hoy a intentar bajarle el tono a los cruces con Rusia por la escalada armamentista.

"No hay razón para una nueva guerra fría" sostuvo el mandatario norteamericano en respuesta a las duras críticas de su par ruso, Vladimir Putin, que ayer acusó a Washington de iniciar "una nueva carrera armamentista" por la instalación de un escudo antimisiles en Europa.

"Mi mensaje personal para Vladimir Putin es: no hay razón para una nueva guerra fría", dijo Bush. Y aclaró: "No vemos a Rusia como enemigo, sino que buscamos su cooperación".

Bush insistió además, en que el escudo antimisiles no representa una amenaza para Rusia, sino más bien una protección para los socios de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). "Hacemos transparente la tecnología, abierta a cualquier inspección, porque no está dirigida contra Rusia, sino contra un país canalla que fuese capaz de obtener armas atómicas".

A raíz de la instalación de ese sistema, Putin acusó ayer a EE.UU. de iniciar una nueva carrera armamentista, y admitió que el supermisil ruso testado el martes fue una respuesta a esa medida. "Nosotros les advertimos de inmediato que adoptaríamos pasos para conservar el equilibrio estratégico en el mundo", dijo el mandatario ruso y advirtió que su país seguirá "perfeccionando los medios militares".

EE.UU. argumenta que el esdudo no es una amenaza para Europa y que en cambio es necesario para de fenderse de eventuales ataques de Ortiente Medio o Norcorea.

En ese sentido, Bush señaló que "el mundo debería temer el extremismo de los que matan en nombre de una ideología: se trata de un conflicto ideológico entre asesinos que quieren imponer una visión y los que creemos en la libertad".

Los cruces entre el Kremlin y Washington llegan pocos días antes del encuentro que tendrán ambos mandatarios durante la cumbre del Grupo de los Siete países más industrializados y Rusia (G8) en Alemania la semana que viene. Además está prevista una visita de Putia a EE.UU. el 1 y 2de julio próximo.