Se lanzó el satélite argentino más poderoso con un cohete de Space X
Despegó de Cabo Cañaveral. Viajará durante dos meses y medio hasta unirse a su gemelo, SAOCOM 1A. Relevará la humedad del suelo. Será clave para el agro y para prever catástrofes naturales
31 de agosto de 2020
Tras múltiples postergaciones -por la pandemia de coronavirus y situaciones organizativas ajenas- este domingo fue lanzado el SAOCOM 1B.
El satélite más avanzado con la estampilla Made in Argentina despegó a las 20:20 desde el Centro Espacial Kennedy, impulsado por un cohete Falcon 9, de Space X. El satélite debe desplegar todas sus instrumentos y seguir su camino hasta unirse con su gemelo, el SAOCOM 1A, para relevar información de la Tierra, orbitando a 620 kilómetros de altura y desplazándose a 27.500 Km/h.
“Tenemos un equipo espectacular, no sólo las 13 personas que estamos en Cabo Cañaveral, sino también la gente que está desde Córdoba, desde Bariloche y desde Buenos Aires”, destacó Pablo Ordoñez, responsable de Integración, Ensayos y Operaciones del Lanzamiento del SAOCOM 1B, y contó que tras un largo período de desarrollo este domingo llegó el momento de "disfrutar, estar felices y conformes del trabajo que hicimos".
A los pocos minutos de su despegue, cuando el satélite se separó de su lanzador y Space X -la firma de Elon Musk- quede atento para recuperar la primera etapa de los cinco motores Merlín, la estación que tomará contacto con el satélite será la de Lima, Perú. "Separación exitosa", confirmaron a las 20.34. Para entonces, los expertos argentinos ya estaban recibiendo los primeros datos telemétricos sobre el desacople exitoso y se iniciaban las primeras pruebas.
Mediante rutinas de software, desplegó los paneles solares. "El objetivo es que pueda obtener energía; encender el transmisor, para enviar las primeras órdenes y activar el GPS, para seguir su ubicación”, explica el ingeniero Lucas Bruno, de la CONAE, jefe de Operaciones de la Misión SAOCOM. Los paneles solares apuntan hacia el Sol para mantener el estado de supervivencia y recargar los sistemas.
Durante la noche del domingo y la madrugada del lunes, el Centro de Control de Misión de la CONAE tomará el control del satélite desde Córdoba y comenzará a desarrollar una serie de actividades críticas, con apoyo de otras estaciones terrenas en todo el mundo.
“Como grupo de operaciones, desde Córdoba ya vivimos el lanzamiento del SAOCOM 1A y fue una experiencia increíble. Pertenecer a esta misión, en este momento donde vamos a tener dos satélites argentinos operativos, de estas características, es un orgullo”, opinó Florencia Bene, coordinadora de Operación de la Misión SAOCOM.
Allí se recibieron las primeras señales de vida en el espacio del SAOCOM 1B y se controlará y supervisará el satélite en forma constante para realizar, con comandos a distancia, las operaciones de despliegue de la enorme antena del Radar de Apertura Sintética (SAR, por sus siglas en inglés de Synthetic Aperture Radar). “Una vez que se verifique que las condiciones estén dadas, comenzaremos a desplegar los siete tramos en los que está plegada la antena del SAR. Esta etapa clave, ya que se trata del instrumento principal que porta este satélite, demora unas 12 horas. Después, comenzamos a calibrar los sistemas, como el de la propulsión, que nos permitirá ascender los 15 kilómetros que separan al SAOCOM de su órbita, que está a 620 kilómetros. Todas estas maniobras tardan unos dos meses y medio”, explica Bruno.
Tanto el Saocom 1B y el 1A fueron desarrollados y fabricados por la CONAE en conjunto con las empresas VENG e Invap, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el laboratorio GEMA de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y unas 80 empresas del sector espacial nacional.
El satélite gira en su órbita a 8 kilómetros por segundo. Esto le permite dar una vuelta a la Tierra cada 98 minutos. Juntos constituirán un sistema de dos satélites de observación terrestre equipados con el SAR polarimétrico en Banda L y una antena desplegada de 35 metros cuadrados.
“Me tocó estar acompañando las operaciones desde ocho horas antes, y minuto a minuto todos los sucesos críticos que pasan después del lanzamiento. Este es un equipo muy preparado. Necesitamos que toda la Argentina nos acompañe, porque este es un satélite hecho por argentinos para argentinos para toda la Argentina”, destaca Josefina Pérès, jefa de Proyecto SAOCOM, desde la sede de INVAP en Bariloche.
Ambas naves trabajarán en conjunto con los cuatro Cosmo-Skymed de la Agencia Espacial Italiana (ASI), y los seis conforman el Sistema Italo-Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (Siasge) que es la misión más grande entre ambos organismos.
“Los dos satélites van a estar a 180 grados de distancia, uno del otro. Es decir, si pensamos en un reloj, el 1A está a las 12, el 1B a las 6 y los otros cuatro, a las 3 y las 5, las 7 y las 9. La idea es que lleguen a cubrir toda la circunferencia de la Tierra”, explica Bruno.
Los satélites SAOCOM fueron especialmente diseñados para detectar la humedad del suelo y obtener información de la superficie terrestre en cualquier condición meteorológica u hora del día.
Esto es posible porque las microondas del radar son capaces de atravesar las nubes y “ver” aunque esté nublado, tanto de día como de noche.
Estas características hacen que los SAOCOM sean especialmente útiles para prevenir, monitorear, mitigar y evaluar catástrofes naturales o antrópicas.
Los principales usos son para obtener diferentes mapas. Desde la humedad del suelo para uso agricultura e hidrología, para detectar riesgo de inundaciones, incendios, enfermedades de cultivos.
Pero también, para la toma de decisiones de siembra y fertilización, determinar agua disponible en nieve para riego, realizar estudio de desplazamiento de glaciares, entre otras aplicaciones.