A través de un comunicado, el Gobierno detalló que la oferta de reestructuración de la deuda presentada a los acreedores el 6 de julio es la definitiva y "representa el máximo y último esfuerzo que el país puede sostener".

"Aquellos aspectos de la contrapropuesta que buscan imponer cargas adicionales a una economía que se está ahogando en plena crisis del COVID-19, deben saber que sus reclamos no pueden ser acomodados. No sólo sería irresponsable, sino que también sería injusto" agrega el comunicado emitido por el Gobierno.

El Gobierno reafirma que el país desea contribuir y contribuirá a la elaboración de instrumentos contractuales que mejoren el éxito de las iniciativas de reestructuración de deuda soberana "cuando los deudores tengan apoyo significativo de los acreedores".

Respecto a las negociaciones, el Gobierno aclara que mantiene un interés en común con la comunidad de acreedores que es el crecimiento sostenible a largo plazo: "Ese es el único camino verdadero para generar una recuperación de valor para los acreedores en términos equitativos. Argentina no puede perder ni perderá de vista ese objetivo. Ningún acuerdo vale ese precio".

De este modo, el gobierno argentino manifestó en el comunicado que la propuesta del 6 de julio es la oferta definitiva de la República a sus acreedores: "Con esa convicción, nuestro país alienta a la comunidad de acreedores a aceptarla, sabiendo que de no ser así toda negociación futura será más compleja porque más difícil será la situación que enfrente Argentina".