Es una combinación que ya se utiliza contra el VIH. El estudio, llamado Coviprep, probará si es efectivo su uso profiláctico ante el coronavirus
En la Argentina se estima que hay unos 6.300 médicos, enfermeras y personal de salud en general infectado con coronavirus.
Representa casi casi el 8% de los más de 80.000 casos de Covid-19 confirmados hasta el momento.
Los integrantes de equipos sanitarios que atienden a personas con coronavirus están expuestos a un riesgo mayor de infección, pese a la implementación de medidas preventivas y al uso de equipos de protección personal.
Ante esa situación, desde la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) lanzaron un estudio clínico para probar si la toma de un comprimido diario del antirretroviral tenofovir en forma profiláctica puede añadir un efecto protector a esas intervenciones no farmacológicas.
El estudio COVIPREP, presentado durante un seminario virtual de la SADI, busca enrolar a unos 1.400 participantes de 18 a 70 años entre personal médico, de enfermería, kinesiólogos, técnicos de laboratorio y personal de limpieza en áreas covid, entre otros, que trabajen en la asistencia directa de personas con coronavirus.
Los participantes serán divididos aleatoriamente en dos grupos: unos recibirán un comprimido diario de Emtricitabina/Tenofovir Alafenamida (TAF/FTC) y otros placebo (una droga inerte a nivel farmacológico). Las pastillas son indistinguibles entre sí, por lo que ni los participantes ni los investigadores saben a qué rama es asignado cada voluntario. Esa información es desencriptada recién al momento de analizar los resultados. El uso de un placebo cegado tiene como objetivo evitar la relajación de las medidas de protección no farmacológicas. El enrolamiento es voluntario, tras la firma de un consentimiento informado. Las condiciones son que los participantes no deben haber tenido infección previa por el nuevo coronavirus, lo que se constata a través de un estudio de PCR y un test serológico para detectar anticuerpos IgG (usarán el Covidar, desarrollado por el equipo de la viróloga Andrea Gamarnik, de la Fundación Instituto Leloir); también se les realizará un test de VIH y uno de antígeno para hepatitis B, mientras que a las mujeres en edad fértil se les requerirá también test de embarazo. Sólo deberán asistir a una visita al comienzo y otra al final, y una vez por mes tendrán que retirar la medicación, que suministra Laboratorios Richmond.
“La idea es aprovechar este momento de pico pandémico para incorporar la mayor parte de los trabajadores. Es un estudio intensivo: esperamos incorporar mucha gente en breve lapso. La duración es muy corta, la intervención dura nada más que tres meses. Es un estudio que se va a analizar muy rápido. Esperamos tener resultados de acá a seis meses como máximo. Ojalá la situación de la epidemia cambie y este tipo de estudios resulte innecesario, pero mientras tanto una de las mejores cosas que podemos hacer es generar este tipo de evidencia”, afirmó la SADI.