El ministro de Seguridad bonaerense cuestionó las demoras que provocan los retenes: "Los controles son para facilitarle la vida a la gente, no para enquilombarla", bramó
En una decisión que refleja la tensión creciente entre sectores del kirchnerismo y el gobierno, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni -quien siempre asegura que su única jefa es Cristina Kirchner-, apareció este miércoles en el puente La Noria para despotricar contra el operativo que se lleva adelante para tratar de frenar el ingreso de habitantes del conurbano a la Ciudad de Buenos Aires.
"Los controles son para facilitarle la vida a la gente, no para enquilombársela más. Tenemos 10 kilómetros de cola, haciendo un control arriba del puente con dos carriles, cuando a 100 metros tenemos cinco carriles para controlar", aseguró el militar retirado que suele recorrer el conurbano ametralladora en mano.Lo curioso es que su jefe directo es el gobernador bonaerense Axel Kicillof, otro kirchnerista de paladar negro, que fue quien más presionó para que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aceptara volver a una cuarentena dura tras verificar cómo el conurbano se llena de contagiados y el sistema sanitario va camino al colapso.
En este escenario que desnuda tensiones entre Nación, Provincia y Ciudad, a Berni no se le ocurrió mejor idea que montar un escándalo en pleno puente La Noria, uno de los principales accesos a la Ciudad desde la populosa zona sur del conurbano.
Berni llegó ampulosamente al operativo en puente La Noria y estalló de furia al ver la ubicación de los retenes y las demoras de tránsito hacia la Ciudad.
El ministro gesticulaba con muestras de fastidio e incluso habló con los encargados del operativo para resolver el caos de tránsito en el acceso hacia la Ciudad. Lo insólito: el despliegue de seguridad está a cargo de la Policía Federal, fuerza en la que Berni no tiene incidencia.
De todos modos, el funcionario, que está en conflicto con la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, insistió para mover los puestos de control y se cruzó con los agentes. "No es una cuestión de jurisdicción, es una cuestión de sentido común", remarcó.
"Hay que tener criterio común. Una ambulancia no puede tardar 20 minutos en pasar", dijo, con tono molesto. Días atrás, Berni había dejado en claro que no tiene contacto con Frederic y se diferenció: "No es una cuestión de acercamiento o de política. Tenemos miradas distintas. Un Ministerio de Seguridad no hace delivery de efectivos, hay que planificar, coordinar...".
Ante la nueva queja que Berni lanzó este viernes a viva voz, Frederic no tardó en responder: "Las demoras en los retenes son consecuencia de una pandemia que nos obliga a intensificar los controles para reducir la circulación del virus. Esta fase de cuidado exige redoblar la solidaridad", le recordó.El secretario de Seguridad, Eduardo Villalba, fue más allá al considerar que lo hecho por Berni "excede sus responsabilidades y de una manera muy irresponsable". "Si hubiera tenido buenas intenciones me llama, tiene mi teléfono", le lanzó.Desde la madrugada, los problemas de tránsito fueron visibles en los accesos a la Ciudad. En el peaje de Dock Sud y en Parque Avellaneda se registraban colas de hasta 3 kilómetros, mientras que en el caso de Puente La Noria los embotellamientos fueron más pronunciados.
En en la Autopista Buenos Aires-La Plata se observan filas de autos aguardando ser habilitados para ingresar a la Ciudad y el puente Pueyrredón presenta retrasos de más de una hora para atravesar los retenes.