El eclipse solar "anillo de fuego" maravilló en África y Asia
Así lo llaman los astrónomos y ocurre muy pocas veces. Brindó un espectáculo único en una veintena de países. No se pudo ver en Latinoamérica
21 de junio de 2020
No se volverá a repetir al menos en 20 años, así que era mejor aprovecharlo.
Numerosos aficionados a la astronomía y millones de curiosos fueron pudieron observar este domingo en el cielo de África del Este, en pleno solsticio de verano, un eclipse solar excepcional del tipo "círculo de fuego" o "anillo de fuego".
Este fenómeno astronómico empezó poco después de la salida del sol en el centro del continente africano, atravesando la República Democrática del Congo, Sudán del Sur y el norte de Etiopía. Luego avanzó a Asia y terminó en el océano Pacífico, en el sur de la isla de Guam.
Jyotirmath, en la India, fue la ciudad donde el eclipse alcanzó su punto máximo. Allí, más de un 99% del astro quedó cubierto, aunque apenas ocurrió unos 38 segundos. En este tipo de eclipse, la Luna pasa por delante del Sol, en alineación con la Tierra, y lo oculta parcialmente, pero deja visible un anillo del astro rey, conocido como "círculo de fuego" o "anillo de fuego".
En Nairobi, la capital de Kenia, un poco al margen de la mejor visibilidad, pudieron observar un eclipse parcial. Las nubes taparon el momento preciso en que la Luna tenía que ocultar al Sol.
En circunstancias normales, seguramente habrían llevado a la gente cerca del lago Magadi (sur), donde el cielo está más despejado que en Nairobi.
Pero debido a la pandemia de coronavirus, los desplazamientos para entrar y salir de la capital no están autorizados desde hace varias semanas.
Los curiosos que quisieron seguir el fenómeno tomaron algunos recaudos para no observar de manera directa al astro. Para evitarlo se sirvieron de varios pares de anteojos de sol, cámaras fotográficas, radiografías y hasta hojas de papel con numerosos agujeros pequeños.
Sólo el 2% de la superficie de la Tierra estuvo afectada por la fase total del eclipse, y es lo que lo convierte en un fenómeno excepcional.
Es menos espectacular que un eclipse total, donde el espacio que ocupa la Luna en el cielo corresponde exactamente al espacio que ocupa el Sol y provoca la noche, como fue el de Chile, Argentina y Uruguay en julio de 2019.
Esta vez el eclipse tuvo un atractivo adicional: coincidió con el solsticio de verano en el hemisferio norte.
Se espera que esto vuelva a ocurrir recién en 2039.