Tal vez fue una picardía política, o simplemente un residuo de la antigua concepción de la política argentina de confundir Gobierno y Estado.

Pero lo concreto es que la administración de Alberto Fernández debió salir a corregir un inoportuno afiche en el cual se destacaba que el "Gobierno" estaba abonando el 50% de los sueldos de miles de empresas, para ayudarlas en medio de la pandemia de coronavirus.
Enseguida llovieron las críticas de la oposición y, también, de la ciudadanía a través de una herramienta cada vez más poderosa, las redes sociales, que son seguidas con lupa por la Casa Rosada, y en especial por el presidente Alberto Fernández.
Así, se decidió corregir los avisos publicitarios sobre el Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) de pago complementario de salarios. “Salarios 50% pagados por el Gobierno nacional”, decían los afiches de Presidencia que aparecieron días atrás en la Ciudad.

“Empresas pequeñas, medianas y grandes”, completaban a modo de aclaración, con una foto de un empleado con su nombre y el rubro en el que trabaja.

En rigor, se trata de fondos del Estado y no del gobierno​, por lo que en las últimas horas comenzó a circular digitalmente una versión "corregida" del anuncio que atribuye el pago de la mitad de los sueldos al "Estado nacional".

La cartelería de vía pública, prometen en la Casa Rosada, se irá renovando en las próximas horas. La campaña había arrancado en los días previos al inicio de una nueva etapa del aislamiento obligatorio, tras otra polémica generada en torno a la propuesta de la diputada ultrakirchnerista Fernanda Vallejos para que el Estado se quede con parte de las empresas a las que ayuda por la pandemia.

Esa insólita idea fue refutada por el diputado del PRO Cristian Ritondo, al recordarle que "la ayuda va a los empleados, ¿a quién se le ocurre exigir una participación accionaria?".

Referentes de la oposición cuestionaron con dureza los afiches: lo consideraron “propaganda” y lo vincularon a la iniciativa de la economista e integrante de La Cámpora​.
“Creo que esa campaña es una manipulación más del poder político en la opinión pública. Como no se puede discutir la estrategia, porque quien la discute pasa a ser un asesino, al sector privado lo quieren dejar como que un gobierno paternalista le garantiza los salarios”, denunció Alfredo Cornejo, presidente del radicalismo.
“Es una burda propaganda. El esfuerzo lo hacen los argentinos que pagan impuestos que se repagan sus sueldos. Pero aún en el Estado ninguna señal: intactos los salarios altos de los funcionarios”, aseguró por su parte Patricia Bullrich, titular del PRO.
“Para ellos la mala no llegó. Sólo para los privados, y además lo hacen sentir con estos burdos afiches y la amenaza de estatizar las empresas”, disparó la ex ministra de Seguridad y jefa formal del PRO.