La aceleración en la curva de contagios por coronavirus convenció al Gobierno de la necesidad de realizar ajustes en las medidas de aislamiento social.

Este sábado se anunciaría la decisión del Gobierno de la Ciudad de limitar la circulación en el transporte público, en acuerdo con Nación y Provincia.
En el distrito explican que evolucionaron las cantidades de contagiados y de muertos desde principio de mes.
Los datos señalan que las últimas flexibilizaciones tuvieron un impacto negativo en la curva, con un factor particular, las villas.
El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, evalúa dar marcha atrás con la apertura de comercios no esenciales en los barrios donde hay más contagiados.
El Ministerio de Salud porteño informó que se alcanzó otro récord de contagios generales -395 el jueves, 404 el viernes-y también en el subgrupo de las villas -226 el jueves-. Dos datos más de alerta que aparecen en los gráficos: la Ciudad más que duplicó sus casos en 11 días: el domingo 10 había "sólo" 2.522.

Pasó a 5.200 (unos 600 son residentes en Provincia hospitalizados en Capital) .

Los datos reflejan que los contagios en barrios vulnerables no paran de crecer y ya representan el 36,1% del total (1.877 casos sobre 5.200 totales).

Eso significa que subieron a 22 puntos desde el 4 de mayo.

La curva de muertes aumento en pacientes más jóvenes y asintomáticos, en particular en villas.

El índice de mortalidad en el distrito sigue bajando: ya está en 3,23% (168 muertos sobre 5.200 contagiados), cuando a nivel nacional está en 4,19% (416 fallecidos sobre 9.931 contagiados).

Por la misma razón de quiénes son los que más se contagian (jóvenes), en barrios vulnerables el índice de mortalidad es todavía más bajo: 0,9% (17 muertos sobre 1.877 contagiados).
También desde principio de mes aumentó la proporción de muertos en villas respecto del general: el 4 de mayo representaba el 6% (6 sobre 100), y ahora ya está en en 10,1% (17 muertos en villas sobre 168 en total).

En el Gobierno porteño también creen que se estará ante la llegada del temido pico de la pandemia. En la Ciudad esperan tener un argumento para convencer a los vecinos: este nuevo cierre -¿cuatro, seis u ocho semanas?- podría ser el último gran esfuerzo para empezar a volver a la normalidad.

El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, dijo que “no debemos profundizar las medidas de apertura ni de lado de provincia de Buenos Aires ni del lado de Ciudad”.

También consideró que se debe fortalecer, mejorar y profundizar la estrategia de control de permisos, sobre todo en el transporte público, que debe ser sólo para trabajadores esenciales.