En las últimas 24 horas hubo un salto de infectados, 193 más, la mayoría en Minas Gerais. También hay más de 2.100 personas bajo estudio por síntomas
El número de contagiados por coronavirus en Brasil subió abruptamente en los últimos días, y ya suman 621, con siete muertos, cinco de ellos en San Pablo y dos en Río de Janeiro, según los últimos datos del Ministerio de Salud. En las últimas 24 horas hubo un salto de infectados, 193 más, la mayoría de ellos en Minas Gerais. También hay más de 2.100 personas bajo estudio por síntomas compatibles con la enfermedad.
En un principio el gobierno de Jair Bolsonaro minimizó el tema, pero esta semana cambió su actitud y adoptó medidas restrictivas. Ayer decidió cerrar sus fronteras terrestres durante 15 días con ocho países con los que limita.
De acuerdo con la resolución de los Ministerios de Salud, Justicia y Seguridad Pública, la medida abarca a los extranjeros no residentes que quieran entrar al país, por lo que el ciudadano no brasileño que ingrese de manera ilegal será deportado.
Brasil ya había anunciado el cierre del tránsito con Venezuela y este jueves lo amplió a otros países vecinos: Argentina, Bolivia, Colombia, Guyana, Guayana Francesa, Paraguay, Perú y Surinam.
La determinación se realizó por orden de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria.
De acuerdo con el Ministerio de Justicia, aún falta por definir la situación en la frontera con Uruguay, lo que se analiza con el gobierno uruguayo.
La resolución indica que las mercancías pueden ingresar por los puestos fronterizos, así como representantes extranjeros pueden ser acreditados con autorización del gobierno y agentes de organismos internacionales.
La circulación no estará prohibida en las llamadas “ciudades gemelas de frontera”, donde apenas una calle de uso binacional divide a las naciones.
La crisis sanitaria está golpeando duramente la economía brasileña, especialmente en el sector turístico. Según un reciente estudio, al menos 115.000 personas pueden quedarse sin empleo por las pérdidas en ese rubro.En tan solo quince días, entre el 1 y el 15 de marzo, los ingresos del sector turismo en la potencia sudamericana se redujo en un 16,7% en comparación con el mismo período del año pasado, por lo que el sector perdió unos 2.200 millones de reales (unos 431 millones de dólares), según el estudio de la Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC).