Hay duras quejas del agro y de las estaciones. El problema se siente más en el interior. Creció la demanda pero nadie quiere importar combustible a pérdida
La alarma la dieron esta vez los propietarios de estaciones de servicio. Otra vez, como en los últimos cinco años, falta gasoil.
La explicación está en los costos: crece la demanda y nadie quiere importar combustible a pérdida.
Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Santa Fe, San Luis, Corrientes y Jujuy son algunas de las provincias afectadas. El fin de semana largo complicó las cosas.
"Es la misma historia de siempre -dijo Raúl Castellano, vicepresidente de la agrupación que reúne a los propietarios de estaciones de servicio, la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines-. Está habiendo problemas, principalmente en muchas estaciones del interior. Yo tuve quejas de Río Cuarto, Villa María, varios lugares. Todas tienen cupos, y los cupos están muy ajustados."
El agro lo siente más que ningún otro sector. Jorge Scoppa, presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Maquinaria Agrícola, habla de niveles de escasez que van desde Rafaela, Santa Fe, hasta el norte del país.
"En algunas estaciones hay cupos de entre 100 y 200 litros", protestó. La soja y el maíz son los cultivos más perjudicados por los retrasos. Se está sobre el final de la cosecha, pero hay todavía que transportar cantidades importantes de granos mediante camiones. Que funcionan a gasoil.
También levantó la voz Rosario Sica, presidenta de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina, una de las dirigentes nacionales que tienen lo que no abunda en el mercado: dice realmente lo que piensa.
"La situación está grave. Las petroleras no importan, porque pierden cualquier cantidad. Están llamando desesperados desde Merlo, San Luis, porque parece que los turistas no pueden circular porque no tienen combustible. El señor De Vido [Julio, ministro de Planificación Federal] dice que el combustible debería ser barato en la Argentina porque el barril cuesta 8 dólares. Señor ministro, estoy de acuerdo con usted, pero resulta que el barril se vende finalmente a 42 dólares acá. Esto es un engaño al pueblo".