El viernes 28 de febrero una pediatra jubilada de 71 años y su hija de 34 regresaron de España, vía Asunción. Tal vez para ellas todo parecía normal al llegar a su hogar en Resistencia, Chaco, pero para esa época el coronavirus ya avanzaba frenéticamente en Europa y ellas mismas en sus cuerpos llevaban la infección.

Al día siguiente de su regreso, la hija -una becaria de investigación de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Nordeste con servicio activo en el Departamento de Geografía de la Facultad de Humanidades- recibió en la casa que comparte con su pareja, un hombre de 38 años, a los hijos de él: uno nene de cinco y otro de cuatro años.

"La hija había ido a la facultad a hacer su vida normal. La madre de los nenes como no sabía nada fue a una reunión de padres del jardín de Infantes. Cuando les detectaron el coronavirus se guardaron, pero antes tuvieron muchos contactos, fueron al menos irresponsables, más teniendo una profesión como la de pediatra", detallaron a Clarín fuentes judiciales del Chaco. Para investigar como comenzó la propagación del virus en Resistencia (no desde el punto de vista epidemiológico, pero sí penal) los fiscales federales Patricio Sabadini y Federico Carniel le presentaron este martes a la jueza Zunilda Niremperger un "requerimiento de instrucción".

¿Qué quiere decir esto? Que la jueza investigará la conducta de la médica y su entorno cercano para ver si incurrieron en alguna de las figuras del Código Penal, que contempla distintas penas en dos artículos específicos.

El articulo 202 fija penas de 3 a 15 años al que propagare una enfermedad peligrosa. Este es el artículo elegido por los fiscales en su presentación porque consideran que pudo haber "dolo eventual": que la médica pediatra tuvo que imaginarse que debía quedarse en su casa. El otro artículo, el 203, estipula multas de 5 mil a 100.000 pesos en caso de negligencia o imprudencia y penas de cárcel de 6 meses a 5 años cuando por esa imprudencia haya muerto alguien. Por las características del caso, la médica podría también encuadrar en el segundo caso, el más leve, sobre todo porque no está para nada claro si al momento de llegar de España este país estaba en la lista de países restringidos o de más riesgo.

"Dos semanas después (de la llegada de madre e hija), el Ministerio de Salud de la Nación informó que en el país la cifra de infectados con coronavirus ascendía a 45. Siete casos correspondían a la provincia del Chaco: uno de ellos murió. César Cotichelli, la segunda víctima fatal en el país, falleció el viernes 13 de marzo en el sanatorio Femechaco de la ciudad de Resistencia. Había regresado de un viaje por Egipto, Turquía y Alemania y presentaba una insuficiencia respiratoria con patologías pulmonares previas. Los otros seis diagnósticos positivos obedecen a la misma raíz infecciosa: una travesía familiar a España y Rusia", dice el escrito presentado por Carniel y Sabadini.

Los fiscales detallan: "La madre, su hija, la pareja de su hija, el hijo menor de la pareja de su hija, una mujer de 64 años que tuvo contacto casual con uno de los casos importados y un hombre de 30 años que tuvo un vínculo estrecho con ésta última son las seis personas infectadas con coronavirus en Chaco, todos oriundos de Resistencia. El contagio provendría de la joven de 34 años que regresó de Europa y posiblemente su madre. Una semana después de su regreso comenzó a sentir síntomas compatibles con la enfermedad y se presentó en un centro de salud. Desde entonces se encuentra en cuarentena junto a su madre, pero antes de su aislamiento había cursado una vida normal". Para los fiscales "corresponde agregar que las conductas aquí reveladas por ambas mujeres se insertan en el marco de una emergencia sanitaria mundial de público y general conocimiento, decretada por la Organización Mundial de la Salud, con epicentro en Asia, y focos de mayor relevancia en Italia y España- que comprometen al Continente Europeo, replicándose con celeridad en distintos países del globo con características de una pandemia, a lo cual corresponde adicionar como circunstancia objetiva valorable que la madre de 71 años sería médica de profesión, lo que la coloca, como profesional de la salud, ante una situación especial de garantía y conocimiento especializado, que tornan de mayor gravedad a las infracciones incurridas de cara a la lesión del bien jurídico salud pública".

Si los fiscales tienen razón o no en su razonamiento es algo que está por verse y que quedará en manos de la jueza Niremperger, que este martes inició la investigación, ordenó las primeras medidas y declaró "días hábiles" para esta investigación, ya que la Corte Suprema de la Nación declaró la feria judicial hasta el 31 de marzo. Por lo pronto su decisión es un innegable golpe de efectos para aquellos que estén tentados en romper su cuarentena.