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21 de noviembre de 2024
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Vacían río donde creen que está el cuerpo de Schaerer
El joven correntino fue secuestrado hace 16 años por una de las bandas más peligrosas de la época, cuyos dos cabecillas están detenidos en Portugal a la espera de su extradición
26 de diciembre de 2019
En la frontera argentino brasileña, entre Paso de los Libres y Uruguayana, podría estar el cuerpo de uno de los jóvenes que protagonizó uno de los casos policiales más resonantes de las últimas dos décadas.

A metros de los márgenes de un islote, del lado brasileño del Río Uruguay, sobre el lecho de un afluente del arroyo Imboa, creen que sus secuestradores arrojaron los restos de Cristian Schaerer, de apenas 21 años, tras mantenerlo cautivo varios meses.

Fue secuestrado hace 16 años por una de las bandas más peligrosas de la Argentina liderada por Rodolfo "El Ruso" Lohrmann y Horacio "El Potrillo" Maidana, ambos detenidos en Portugal en 2016 y a la espera de su extradición a la Argentina, la cual parece demorar años interminables. Los secuestradores cobraron un rescate de 277 mil dólares de la época, meses después de llevárselo de la puerta de su casa del barrio Las Tejas (Corrientes) a las 23.30 del 21 de septiembre de 2003.

Tras búsquedas infructuosas, esta vez renació la esperanza de hallar sus restos: para ello, se decidió vaciar el afluente de un río para que los antropólogos puedan entrar a su lecho y trabajar tranquilos buscando restos óseos. Luego de dos intentos de encontrar algún resto usando perros, buzos tácticos, rastrillos y sonares (primero en septiembre de 2018 y luego en abril de 2019), el Ministerio de Seguridad de la Nación -aun en manos de Patricia Bullrich- autorizó la contratación de una empresa argentina para que vaciara de agua el tramo del afluente donde se cree que estaría Schaerer.

Se pidieron precios a tres interesados y finalmente fue adjudicado el trabajo a una empresa de Paso de los Libres que cotizó 100.000 dólares por toda la obra. Las máquinas comenzaron a llegar la zona la semana pasada, con un golpe de suerte: las aguas -que dependen de los cambios del Río Uruguay- estaban bajas.

El plan es hacer un dique con tierra sacada de la misma área, vaciar unos 9.200.000 litros de agua y revisar el lecho del curso de agua.

Pero para empezar los trabajos hizo falta toda una tarea de inteligencia policial previa y, sobre todo, la buena voluntad de las autoridades argentinas y brasileñas.

El fiscal federal de Corrientes Flavio Ferrini, con apoyo del fiscal Santiago Marquevich -titular de Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE)-, logró encarrilar un trabajo conjunto que incluyó un estudio de impacto ambiental, comenzó a gestarse en septiembre de 2018 y entró a su etapa crítica hace apenas unos días cuando las excavadoras cruzaron al lado brasileño, importadas temporalmente por el Consulado argentino.

Cristian era hijo de Juan Pedro "El Vasco" Schaerer, ex ministro de Salud correntino que en 1999 se afincó en Paraguay luego de que la Justicia de su provincia pidiera su captura para que respondiera en varias causas por corrupción. Una teoría sobre el secuestro del joven sostiene que Lohrmann lo eligió como víctima porque se lo marcaron como miembro de una familia que podía pagar buen dinero por su rescate. Por eso, dicen, el primer pedido de rescate fue de cinco millones de dólares.

Según Clarín, los rumores más extendidos hablan de cuentas pendientes entre "El Ruso" y Schaerer padre: un dinero que no llegó a manos de Lohrmann como debía y por el que el asaltante y secuestrador incluso atentó contra "El Vasco" Schaerer en Paraguay.

En esa oportunidad, a los tiros, quiso robarle 80.000 dólares que llevaba encima. A Schaerer y Lohrmann algunos los señalan como socios en diferentes negocios ilegales, cosa que nunca se probó. Aunque por el caso hubo dos juicio orales y 12 condenados, los principales implicados -Lohrmann y Horacio Maidana- lograron permanecer prófugos tanto tiempo que hasta se los llegó a dar por muertos.

Pero cuando ya nadie esperaba tener noticias de ellos, ambos cayeron presos en Portugal donde vivían con identidades falsas y se dedicaban a asaltar joyerías, bancos y blindados.

Esto ocurrió en noviembre de 2016 y su detención reavivó la esperanza de encontrar a Cristian.

Casualidad o no, luego de que los fiscales Ferrini y Marquevich viajaran a Portugal a tomarles declaración indagatoria, apareció de sorpresa un testigo clave que aportó un relato para poder rastrear los restos de la víctima. El testigo en cuestión es brasileño y fue aportado por la Policía Federal de ese país que colaboró en varias tareas de inteligencia en el caso. La razón de esta colaboración: Schaerer estuvo cautivo bastante tiempo en Uruguayana y una parte de la logística para deshacerse del cuerpo parece haber estado en manos de caoneros dedicados el contrabando internacional a traves del Río Uruguay.

A cambio de la ubicación exacta de los restos de Cristian -una información que ahora se intenta corroborar vaciando el arroyo-, el testigo reclamó el pago de la recompensa de un millón de pesos ofrecida por el Estado argentino.

El trámite, claro, está en curso y no se concretará hasta tanto se corrobore si el dato es real.