Ambos son abogados, peronistas y porteños. El primero fue ministro de Justicia de Néstor Kirchner y trabajó con Corach y Ruckauf. El segundo fatiga los contactos en el Parlamento
Alberto Iribarne y Juan Manuel Olmos (en la foto con el Papa Francisco) serán dos de los operadores políticos todo terreno del futuro presidente Mauricio Macri.
Ambos son dos abogados, peronistas y porteños, que están en la periferia de Fernández desde hace años. Iribarne fue ministro de Justicia de Néstor Kirchner y antes, había trabajado como viceministro del Interior de Carlos Corach y de Carlos Ruckauf.
Olmos comparte su tiempo entre su estudio jurídico con la faena de dirigente que ha tejido políticamente con todos los sectores del Partido Justicialista porteño, desde Víctor Santa María hasta Daniel Filmus, candidato eterno de quien ha sido jefe de campaña.
Ambos compartirán ahora oficinas en la Casa Rosada.
Encabezarán dos áreas con rango de Secretaría de Estado, que responderán directamente a Alberto: Iribarne se ocupará de la coordinación de la "Gestión Pública" y Olmos, de la "Política Institucional".
El primero, hablará con la vieja guardia política argentina hasta con parte de la intelectualidad cercana y crítica del peronismo.
El segundo, en un abanico con terminal, incluso, en el Parlamento. Pero en el caso de Olmos, tendrá vedado el acceso al mundo judicial, para evitar que se lo relacione con gestiones subterráneas con el mundo judicial, donde mantiene relación hasta con el saliente titular de Boca Juniors, Daniel Angelici.
Iribarne y Olmos mantuvieron algunas reuniones tendientes a organizar el trabajo de ambas áreas que, a su vez, estarán integradas por otros asesores que mas allá de reportar a ellos, serán hombres y mujeres de confianza del próximo presidente. La historia de ambos también tienen una terminal en la relación con la Iglesia, en este caso bien distintas. Olmos es amigo del Papa Francisco y fue incluso, bautizado por Jorge Bergoglio.
“A vos te tuve en brazos”, suele repetir el hoy Sumo Pontífice cuando se reencuentra con él.
En cambio, Iribarne tuvo una historia trunca: en diciembre de 2007, Cristina Kirchner lo propuso como embajador argentino ante el Vaticano.
Pero como el elegido estaba divorciado, la Santa Sede no le otorgó el plácet. Así fue que, con acuerdo del Senado, fue designado en Roma Juan Pablo Cafiero. La paradoja del destino es que este Cafiero es el padre de Santiago Cafiero, el futuro jefe de Gabinete y quien tiene en sus manos el croquis del organigrama de la administración albertista por venir.
Otro ”asesor estrella” de Fernández será José “Pepe” Albistur, el ex secretario de Medios de los Kirchner y quien le alquila a Alberto el departamento que habita actualmente en Puerto Madero.
Este empresario, amigo íntimo de AF, será otra de las voces con “derecho de picaporte” del futuro Presidente.
En tanto su esposa, Victoria Tolosa Paz, tendrá un lugar de privilegio en el Ministerio de Desarrollo Social. coordinará el Plan Nacional contra el Hambre, que dependerá del Presidente, más allá de contar con el contralor político de Daniel Arroyo, quien será el ministro del área social.