En el juicio que se sigue en su contra, la vicepresidenta electa acusó a jueces, camaristas, fiscales y funcionarios de Cambiemos. También vinculó al Presidente y a la Corte Suprema con la supuesta persecución
Durante su alegato de defensa, en la causa de corrupción en la obra pública en la que está acusada de ser la jefa de una asociación ilícita, Cristina Fernández de Kirchner disparó contra funcionarios de Cambiemos, políticos, hombres de la Justicia y hasta el propio presidente Mauricio Macri.
Los tres magistrados del Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) fueron los primeros en sufrir la descarga de Cristina. A Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu -mirándolos a los ojos- los acusó de ser el brazo ejecutor de lo que consideró "una feroz e inédita persecución" en su contra.
No fue el único momento tenso con el tribunal. En el arranque los cuestionó por no haber habilitado la transmisión en vivo de la audiencia. Mirándolos a los ojos les dijo: "¿No les parece importante?".
Los jueces del TOF2 no fueron los únicos enemigos declarados de Cristina. Tuvo fuertes palabras para Claudio Bonadio, Julián Ercolini y el camarista Martín Irurzun.