El presidente Mauricio Macri mantiene la esperanza de forzar un balotaje con Alberto Fernández.

Dijo seguir creyendo que "mucha gente no fue a votar" y que "en una segunda reflexión, la bronca va a ser compensada con una visión de futuro y presente distinta".

Aclaró, además, que no habrá "más cambios de Gabinete".

"Primero quiero recoger el guante del cimbronazo, porque antes que presidente soy una persona, y claramente el resultado fue un palazo por el resultado y por lo sorpresivo, porque fallaron las investigaciones", dijo Macri, en un análisis del desenlace de las elecciones PASO.

El mandatario, que busca la reelección en octubre, reemplazó recientemente a su ministro de Economía luego de que su espacio, Juntos por el Cambio, quedara 15 puntos por detrás del Frente de Todos en las primarias.

"Entramos en un proceso recesivo que ha sido muy duro, agotador y desgastante y ha habido un voto por bronca a esa situación que se manifestó en esta elección", analizó Macri.

"Hago autocrítica porque quizás como ingeniero puse mucho foco en lo estructural y desatendí que en ese camino se producía este desgaste", agregó.
Los resultados provocaron una fuerte devaluación del peso y generaron una incertidumbre en la economía y los mercados que empezaron a reflejarse, además, en la inflación. De cara al futuro, señaló que el Gobierno tiene "un foco distinto" para un eventual segundo mandato. "Lo importante es analizar si la transformación que estamos haciendo merece que sigamos trabajando en problemas estructurales que son de 70 años", planteó.

En la coyuntura actual, sostuvo que desde el Frente de Todos deben "ayudar a recuperar la confianza". "Con dialogo y acuerdo es la única manera de construir", indicó. Y continuó: "Espero que todos seamos responsables, el Frente de Todos, que se presenta como favorito, tiene como responsabilidad reducir los miedos e inseguridades".

Al analizar la fórmula presidencial del kirchnerismo, advirtió que "una de las cosas más raras que pasan en la Argentina" es que "el vicepresidente ponga al presidente". Al momento de analizar su gestión, reconoció que no supo "convencer a más dirigentes" de que su proyecto político "es el mejor para todos".

También, a modo de reflexión, sostuvo que no quiso ser más duro e "imponer reformas que la Argentina necesitaba".

"Como en el comienzo de mi gestión, respetando el fallo de la Corte que dispuso devolverle a Córdoba y Santa Fe los recursos que habían perdido en un sistema de apriete político", ejemplificó. Y agregó: "Ahí tomé la decisión de que iba a gobernar dando el ejemplo". Dijo estar convencido de que "los próximos cuatro años son los que dan vuelta la historia de la Argentina definitivamente".

"Para eso tenemos que lograr lo que el club de escépticos cree imposible, que es llegar a segunda vuelta y ganar", se esperanzó.