Son 27 terminales a lo largo y ancho del país, de las cuales 36 fueron concesionadas. Están semiabandonadas porque, para las líneas aéreas, son destinos no rentables
No sólo la llamada "crisis de los radares" afecta a la aeronavegación nacional. La crisis económica también toca de cerca a los aviones. Según datos del mercado aerocomercial, en el país sólo dos aeropuertos dan ganancia: Ezeiza y el aeroparque Jorge Newbery, por sus decenas de vuelos diarios.
Debido a ello, casi la mitad de los 60 aeropuertos comerciales que existen en la Argentina están semiabandonados o con actividad prácticamente nula porque para las líneas aéreas esos destinos no son rentables.
Se trata de 27 terminales sembradas a lo largo y lo ancho del país –entre ellos, los de Río Cuarto (Córdoba) y Paraná (Entre Ríos)–, muchas de las cuales (36) fueron concesionadas.
Los más concurridos del interior apenas reciben cuatro o cinco vuelos diarios. La mayoría de las capitales provinciales sólo pueden retener, a duras penas, un avión por día. Y las frecuencias entre ciudades del interior prácticamente no existen.
La empresa Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000) cuenta con la concesión de 32 aeropuertos, de los cuales siete -San Fernando (Buenos Aires), General Pico (La Pampa), Reconquista (Santa Fe), Río Cuarto (Córdoba), Villa Mercedes (San Luis), Paraná (Entre Ríos) y Malargüe (Mendoza)- no reciben aviones.
Podría inferirse que las aeroestaciones en desuso corren la misma suerte que las viejas estaciones de tren: decadencia, abandono, pillaje y la melancolía de tiempos mejores. No obstante, a diferencia de las vías abandonadas, el Estado, por si acaso, debe mantener los aeropuertos operativos, pese a la inactividad. Algunos están próximos a ciudades grandes, de más de 100.000 habitantes, como los de Río Cuarto, Concordia, Reconquista y General Roca, entre otros.
En Paraná, hace un mes despidieron el último avión de LADE. Nunca más volvió. Así, Entre Ríos se quedó sin tránsito en sus dos aeropuertos: Paraná -el único del país con un radar que funciona a pleno, cabe añadir- y el Comodoro Pierrestegui, de Concordia. Ahora, quienes quieran tomar un avión deben cruzar a Santa Fe.