El sector advirtió que si se rebajan a cero los aranceles para comerciar entre Mercosur y Europa, habrá fuertes perjuicios para el sector local
La Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) advirtió hoy sobre los perjuicios que provocaría al sector un acuerdo del Mercosur y la Unión Europea que no contemple las "asimetrías de ambos mercados" e imponga arancel cero para el comercio entre ambos bloques.
La entidad sostuvo que un acuerdo de esas características requeriría para el sector vitivinícola local una "convergencia arancelaria progresiva".
Las provincias representativas del sector, como Mendoza y San Juan, se han sumado a este análisis a través de reuniones de apoyo en la construcción de un diálogo integrado, según pudo saber NA.
En los próximos días se realizaría una reunión técnica para definir cuestiones estructurales del acuerdo Mercosur-Unión Europea.
Estas asimetrías incluyen la diferencia drástica de tasas para acceso al capital, estabilidad macroeconómica, excedentes vínicos de los países europeos, y el elevado acceso a subsidios de la industria vitivinicultura europea.
Con alrededor de 800 millones de litros de consumo por año, la Argentina es uno de los diez principales consumidores de vino del mundo y es el mayor consumidor de vinos de Latinoamérica.
Abastecido casi en su totalidad por vinos nacionales, el acceso a este mercado en mejores condiciones arancelarias también podría ser apetecible para terceros países.
Asimismo, en épocas de escasez de producción, se han registrado temporalmente importaciones para abastecer la demanda.
Tanto la Unión Europea como el MERCOSUR son importantes mercados vitivinícolas.
El mercado del vino en la Unión Europea, según un reciente relevamiento del Observatorio Vitivinícola Argentino, es de 12.500 millones de litros anuales.
Es conocida la tradición e historia vitivinícola de los países que conforman el bloque de la Unión Europea, donde se encuentran tres de los principales productores de vino del mundo: Francia, España e Italia.
La Unión Europea ha diseñado e implementado a lo largo de su historia diferentes acciones y programas de ayuda al sector vitivinícola.
Cuenta con 11 programas de ayuda al sector, como el régimen de pago único, la promoción en terceros países, la reestructuración y reconversión de viñedos, la cosecha en verde y el otorgamiento de fondos de inversión, seguros de cosecha, inversión, eliminación/destilación de subproductos, destilación de alcohol de boca, destilación de crisis, entre otros.
Mientras que en la Argentina las exportaciones están gravadas con retenciones y el año pasado se redujeron los reintegros, la situación de la Unión Europea es diferente.
En el período 2009-2023, la Comunidad Europea tiene previsto destinar más de 17.000 millones de euros a la vitivinicultura a través de estos programas.
Sólo en 2018 el monto de ayuda para Italia, Francia y España fue de aproximadamente 300 millones de euros por país, según la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea.
"La cadena de valor vitivinícola no sólo es una fuente de trabajo, inversión y desarrollo para las provincias que la integran: es una embajada argentina para el mundo", dijo a la agencia NA el director Ejecutivo de COVIAR, Carlos Fiochetta.
Consideró que para que el acuerdo sea un "nuevo trampolín para los productos argentinos, es necesario tener una mirada a largo plazo y con la transición suficiente para que todos los actores de la cadena puedan adaptarse al nuevo escenario".
"Vemos con preocupación que no se comprendan las consecuencias de la implementación de arancel cero de forma inmediata y consideramos muy importante que se vea la necesidad de llegar a una convergencia arancelaria progresiva", indicó.
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El caso británico.
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A este escenario se suma que la salida del Reino Unido de la Unión Europea presenta un alto impacto comprador de vinos argentinos.
"El beneficio es menor ya que la industria vitivinícola argentina pierde este comprador", señaló el directivo.
Además, de acuerdo con el informe del Observatorio Vitivinícola Argentino, la diferencia arancelaria es importante.
Una rebaja total de aranceles inmediata significaría que a partir de la entrada en vigencia del Acuerdo, el arancel de ingreso de los vinos fraccionados europeos se reduciría de 20% a 0% (en Brasil la reducción sería todavía mayor, de 27% a 0%).
Mientras que para los vinos fraccionados del MERCOSUR la reducción sería de 4% a 0%.
En términos porcentuales, la reducción es más importante para los vinos de Europa que ingresan al MERCOSUR.
Otro factor de análisis es Brasil: en 2018 Portugal relegó a la Argentina del 2º al 3º lugar en origen de vinos importados en Brasil, esto ocurrió principalmente gracias al envío de vinos portugueses con precios promedio de alrededor de US$ 0,50 por litro menos que los vinos argentinos.
La rebaja del arancel de importación de vinos fraccionados europeos les permitiría el ingreso de vinos a precios todavía más competitivos y seguiría desplazando principalmente a los vinos argentinos en Brasil.