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3 de diciembre de 2024
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Reclamos interminables: empresas y bonistas exigen US$ 5.300 millones
Por el default y la ruptura de contratos en el kirchnerismo. Sólo esta semana se conocieron dos juicios por US$ 944 millones de fondos de EE.UU. y Holanda por la estatización de las AFJP
9 de junio de 2019
Como ocurrió en casi toda la historia moderna del país, los argentinos deben seguir pagando alguna 'fiesta' financiada con recursos artificiales.
Esta semana se conocieron dos juicios por US$ 944 millones de fondos de EE.UU. y Holanda por la estatización de las AFJP.

Pero sigue abierto el reclamo de US$ 1.637 millones por YPF.

Y ya se perdió una demanda de US$ 320 millones por Aerolíneas. Además, se abonaron más de US$ 25.000 millones que incluyen pagos a fondos buitre, a empresas extranjeras y al Club de París, tras una negociación polémica del ex ministro de Economía, Axel Kicilllof. El Estado debe enfrentar reclamos de empresas extranjeras y bonistas que todavía tienen en su poder títulos en default de la deuda soberana por 5.231 millones de dólares.

Todos son secuelas de la cesación de pagos de 2002 y de la política de ruptura de contratos -expropiación, reestatización o alteración de pautas tarifarias- aplicadas durante los gobiernos de los ex presidentes Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.

También, por la manipulación de las estadísticas del INDEC.

La semana pasada se conocieron dos nuevas demandas vinculadas a la estatización de los fondos previsionales, que a fines de 2008 sacó de la cancha a las AFJP.

La estadounidense Met Life activó una demanda que, al principio, era de 110 millones de dólares, pero con los intereses corridos desde 2008 hoy trepa a 444 millones de dólares, según calculan en despachos oficiales directamente vinculados con este proceso judicial.

A su vez, un grupo de empresas holandesas hizo lo propio en nombre de la ex AFJP Orígenes, por la cual el banco de origen holandés ING Bank había pagado 300 millones de dólares. El reclamo trepa, hoy, a los 500 millones de dólares.

En resumen, por el lado de empresas extranjeras, hay demandas con sentencia firme contra la Argentina por 841 millones de dólares.

Además, están en curso juicios cuyos reclamos ascienden a 1.571 millones de dólares. A esto habría que agregarle el juicio con final incierto presentado por los fondos Buford y Eaton, por unos 1.637 millones, derivado de la expropiación de YPF. Esta cifra surge de los estados contables de estos fondos, según explica el especialista Sebastián Maril.

También en la cuenta se agregan reclamos que podrían ser calificados como “residuales” de bonistas (en su mayoría alemanes, italianos, japoneses y algunos estadounidenses) que no entraron a los canjes de los años 2005 y 2010 por unos 1.100 millones de dólares. Y hace poco se sumó una demanda con final impredecible.

El fondo Aurelius reclama 81 millones de dólares por su tenencia de cupones PBI. Este fondo entiende que por una manipulación de las cifras correspondientes al PBI de 2013 el Gobierno evitó el pago por el crecimiento de ese año. En esa manipulación tuvo intervención directa el ex ministro de Economía, Axel Kicillof.

Las cuentas, entonces, dan así: por reclamos de empresas privadas el Gobierno deberá pagar un monto (sujeto a un tira y afloje entre los abogados demandantes y los del Estado) de 841 millones de dólares. A su vez, enfrenta litigios tambiénién de empresas,

Sin sentencia firme pero previsible resultado en contra de la Argentina, por 3.207 millones. Y juicios en marcha relacionados al default de la deuda soberana por 1.183 millones de dólares. Si se suma el mencionado juicio por YPF, la cifra total trepa a 5.231 millones de dólares, equivalentes al 1,1% del PBI actual.

Las negociaciones mientras dura el juicio corren por cuenta de la Procuración del Tesoro. Cuando los jueces notifican la sentencia, es Hacienda la que negocia el monto definitivo del pago. En general, se paga con bonos nominados en dólares.

Estas cifras son por causas aún abiertas. Pero la Argentina ya pagó más de 25.000 millones de dólares a empresas y bonistas que accionaron contra el Estado.

El emblema de esos reclamos está representado en Paul Singer (foto), el hombre que sintetiza como nadie a los fondos buitre.

Durante la presidencia de Cristina Kirchner se pagaron a empresas privadas US$ 5.427 millones, el grueso a Repsol por la expropiación de YPF.

El gobierno de Mauricio Macri enfrentó pagos a empresas por US$ 1.036 millones. Muchas empresas levantaron sus juicios como parte de la renegociación de tarifas.

En cuanto a la deuda soberana, en el arranque del gobierno de Macri se pagaron US$ 9.300 millones a los denominados fondos buitre. Y el año que viene se completará el último pago al Club de París para saldar una deuda en default -renegociada por Axel Kicillof- que dejó un monto a pagar de 9.600 millones de dólares.

La lista de demandas por bonos soberanos declarados en default es muy larga, porque implica muchos juicios por montos menores, en comparación con lo que cobraron los fondos buitre en abril de 2016.

Hace dos semanas se cerraron 19 juicios con bonistas alemanes por un total de 2,5 millones de dólares.