El ex ministro de Economía dijo que "hay que ver qué va a hacer el Gobierno hasta diciembre”. Pidió preguntarle a Mauricio Macri en lugar de a la oposición
El ex ministro de Economía Axel Kicillof llegó a Washington con un mensaje cauteloso sobre el futuro ante un eventual triunfo del kirchnerismo.
“Nadie puede querer un default. El problema es en qué condiciones va a estar la economía y qué va a hacer el Gobierno de acá a diciembre”, dijo.
En una entrevista con corresponsales argentinos en esta capital, el diputado dijo: “No sabemos en qué situación va a estar la Argentina en 6 o 7 meses. Y no depende de nosotros. La comunicación del Gobierno quiere dirigir la atención sobre qué haríamos nosotros. La gran pregunta es qué va a hacer el gobierno en estos 7 meses” que faltan para que asuma la próxima administración.
Kicillof llegó a Washington el jueves y se reunió con líderes de organizaciones civiles, parlamentarios del grupo “progressive”, con representantes de la Cámara de Comercio estadounidense y con referentes sindicales. También dio este viernes una conferencia en el Wilson Center, un centro de análisis de Washington, sobre “Presente y Futuro de la Economía Argentina”.
A este centro han venido también otros referentes políticos argentinos como Sergio Massa, José Luis Espert, Sergio Uñac y Alfredo Cornejo. Si bien no se ha lanzado oficialmente, Kicillof suena fuerte como candidato kirchnerista a la gobernación de Buenos Aires.
Kicillof dijo que armó en Washington “una agenda bien política, ni con fondos de inversiones ni funcionarios del gobierno porque hay que contribuir a que Macri pueda gobernar”. Pero fue duro con el presidente: “Nos prometió la revolución de la alegría y que podíamos vivir mejor. Hoy es la revolución de la tristeza y vivimos peor”, dijo.
El ex funcionario de Cristina Kirchner no quiso señalar si hará falta una renegociación de la deuda. “Vi a otros candidatos de la oposición hablar de negociaciones. Es algo audaz, no sé si va a ser necesaria”. E insistió: “Esperemos a ver cómo queda la economía en diciembre”.
¿La deuda entonces se puede pagar y no hay que renegociar?
--Lo que yo digo es que hay que ver en qué condiciones deja este gobierno al gobierno siguiente. Obviamente si están cerrados todos los mercados, las reservas están vacías y hay vencimientos al otro día no es una pregunta que me tengan que hacer, no es algo que se pueda decidir.
Kicillof resaltó el fuerte rol que tiene el FMI en la economía de hoy. “Maneja la tasa, autoriza las intervenciones del mercado cambiario, dirige la política fiscal".
“Este gobierno -agregó- tiene que dedicarse a que cuando entregue la banda presidencial, incluso si es reelecto Macri, no estemos en emergencia financiera. Porque para cualquier gobierno va a ser difícil comenzar y tomar decisiones”. Para Kicillof, emergencia financiera significa quedarse sin reservas, sin financiamiento del FMI y sin acceso a los mercados de capitales.
Durante la charla en el Wilson Center, en la que fue entrevistado por un periodista de CNN ante un auditorio colmado, Kicillof contó que se había reunido meses atrás con funcionarios de la misión del FMI en Buenos Aires, en la habitual ronda de encuentros que los técnicos del organismo hacen con líderes opositores.
Sobre el tema, señaló: “Me da la impresión de que (el del FMI) no fue un crédito a un país, fue un préstamo a un Gobierno. Y no corresponde”. Y agregó que “los fondos no pueden escurrirse en salidas masivas de capitales. Ya va el cuarto arreglo que fracasa” .
Consultado sobre la importancia que un eventual gobierno kirchnerista daría a la lucha contra la corrupción, Kicillof dijo: “El que cometió un acto de corrupción tiene que ser condenado. Pero tiene que poder defenderse”. Y dijo que “hay mucha desconfianza en la justicia argentina”.
El diputado también se refirió a la conformación de un gran frente opositor para enfrentar a Cambiemos. “Muchos quieren sumarse. Las candidaturas a veces dificultan la conformación de los frentes. Hoy estamos invitando a todos los dirigentes opositores a formar parte y luego veremos. No queremos imponer candidaturas”.