Fulvio Madaro, a quien echaron de su cargo, aseguró que tiene "la tranquilidad de haber hecho las cosas como corresponde". Deberá presentarse ante la Justica
Por primera vez desde que fue desplazado por el Gobierno de su cargo como titular del Enargas, Fulvio Madaro, uno de los nombres salpicados por el escándalo Skanska salió a a hacer escuchar su voz.
Afirmó que el presidente Néstor Kirchner decidió su salida para "descomprimir la situación" y planteó que quiere declarar en la Justicia.
Madaro, junto con el administrador de Nación Fideicomisos, Néstor Ulloa, fueron imputados por el fiscal Carlos Stornelli por los presuntos sobornos pagados por la empresa sueca para participar de obras en un gasoducto.
Luego el juez federal Guillermo Montenegro los citó a ambos a declarar, junto a siete ex directivos de la compañía.
"Yo me voy a presentar. No tengo nada que ver. Estoy seguro de que se va a aclarar. Tengo la tranquilidad de conciencia de haber hecho las cosas como corresponde", sostuvo Madaro en su diálogo con la prensa.
Además, consultado sobre si podía "poner las manos en el fuego" de que no habían existido coimas, respondió: "Por la parte pública estoy seguro de que no".
Hasta esta semana, Madaro –un hombre muy cercano a Kirchner- se desempeñaba al frente del Enargas, el organismo que debía supervisar la adjudicación de las obras de ampliación del Gasoducto del Norte, que están bajo sospecha.