El "Diez" acusó a sus hijas de privilegiar a su madre y a la abuela materna por sobre Doña Tota y Don Diego, a quien "ni siquiera iban a visitar"
El conflicto en la familia Maradona, entre Diego y sus hijas Dalma y Giannina llegaron a puntos increíbles y a través de los medios y las redes sociales se dijeron de todo, acusaciones mutuas y parace que la relación es irreconciliable.
Diego Maradona está en una guerra con su ex mujer, Claudia Villafañe, desde hace años. Esa pelea judicial que comenzó por los departamentos que Diego le reclama y que ella habría comprado en Miami con apellido de soltera, mientras estaba casada, lo llevó también a alejarse de las dos hijas que tuvo con Claudia.
Con muchas idas y vueltas, por estos días el vínculo de Diego con Dalma y Gianinna parece ser casi nulo. A la primera no la vio en el mes y medio que lleva en Argentina, mientras que a Gianinna apenas la vio unos días cuando estuvo internado y como no le avisó de su operación ella lo despidió en las redes sociales.
Y en medio de una nueva etapa en su vida, en medio de una casi reconciliación con Verónica Ojeda, Maradona habló con Intrusos y volvió a dejar en claro que no tiene ninguna intención de recomponer la relación con ellas y además contó la intimidad de su enojo con la primera de sus hijas.
Las palabras de Diego para con Dalma sin dudas fueron lo más fuerte de la nota. El Diez asegu ró que la ama, que tiene un cariño especial, pero hay algo que no le perdona.
“Yo con Dalma tengo un amor increíble porque fue la prime-ra, pero ella nunca habló con mi mamá. La única abuela que tenía era la madre de Claudia y tengo un puñal clavado en el corazón. La Tota me preguntaba y yo le decía: ‘no viene porque está trabajando en un lado, está en el otro’. Ella elegía a la mamá de Claudia por sobre la Tota y eso no se lo perdono. ¿Cómo no se va a hacer tiempo de ver a su abuela? Estamos todos locos. Ella siempre eligió a Claudia por sobre mí, no tiene explicación”, dijo Diego. Maradona habló de un tema que siempre estuvo dando vuelta en su entorno y que alguna vez el propio Don Diego, en sus últimos años de vida, contó. Y eso tenía que ver con las pocas veces que las chicas asaban a ver como estaba Don Diego.