Aumentó la preocupación en el Gobierno por la seguridad en el G20 tras desmanes en Nuñez
Algunos funcionarios hasta sospechan que la violencia en Nuñez, que obligó a suspender la superfinal, podría haber sido una estrategia para desgastar a la Rosada de cara a la Cumbre
La hipótesis es casi tan temeraria como compleja de comprobar. Pero algunos funcionarios sospechan que los desmanes ocurridos el fin de semana en Nuñez, que obligaron a suspender la final de la Copa Libertadores que querían ver casi todos los argentinos, podrían estar vinculados con una estrategia se sectores radicalizados de la oposición destinada a esmerilar al Gobierno de cara a la Cumbre de Presidentes del G20, que mantendrá durante dos días a los principales mandatarios del mundo en Buenos Aires.
El operativo de seguridad para el partido resultó un fracaso, en especial por el error garrafal de dejar que una muchedrumbre de hinchas de River se acercara demasiado al micro xeneize en aquella esquina fatídica antes de ingresar el estadio.
El gobierno insiste en la fortaleza del "blindaje" impuesto para garantizar que no haya sorpresas este viernes y sábado, pero a su vez maneja información de que grupos violentos antiglobalización, algunos vinculados al anarquismo, intentarán provocar desmanes donde se pueda.
Por ahora, la estrategia de la Casa Rosada es asegurar que la violencia en Nuñez estará acotada al mundo del fútbol, pero cerca del Ministerio de Seguridad hay nerviosismo, a sabiendas del daño en imagen internacional que cualquier hecho de violencia durante la Cumbre podría producir, en una Argentina donde la toma de las calles es inmanejable.
Para descomprimir la presión sobre la Casa Rosada, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, asumió la responsabilidad por las fallas en el operativo de seguridad en los alrededores del Monumental, y responsabilizó a la Policía de la Ciudad.
Pero cerca del Gobierno de la Ciudad se quejan de que Patricia Bullrich le negó personal extra a Martín Ocampo para evitarse un desgaste de policías que participarán en la primera línea de custodia del G20, como parte de los 22 mil efectivos de fuerzas federales asignados al evento más importante a nivel internacional que realizará la Argentina en toda su historia.
Por las dudas, la delegación de Estados Unidos desplegará mil efectivos para cuidar a Donald Trump mientras que también serán de gran porte las comitivas de seguridad del ruso Vladimir Putin, el chino Xi Jinping, la británica Teresa May y el francés Emmanuel Macrón, entre otros líderes mundiales que arribarán a Buenos Aires.