Peralta recibió a Romanín en un intento por destrabar la crisis. El prelado había sido blanco de las críticas del Gobierno. Esta tarde el mandatario llega a Buenos Aires
La Iglesia de Río Gallegos dio el primer paso para intervenir formalmente en el conflicto que enfrenta al gobierno de la provincia de Santa Cruz con los docentes que reclaman mejoras salariales junto con otros gremios.
El obispo de la capital de la provincia del Presidente, Juan Carlos Romanín, se reunió con el flamante gobernador Daniel Peralta, que esta tarde viajará a Buenos Aires.
El encuentro entre el gobernador y el obispo se realizó en la casa del mandatario provincial, en las afueras de la ciudad.
La audiencia se produjo en medio del creciente clima de tensión que envuelve a la provincia patagónica, atravesada por los reclamos salariales de los docentes y otros gremios, y pocas horas antes de que Peralta viaje a Buenos Aires.
Con el reemplazo de Sancho por Peralta, Romanín adquirió un rol central como posible canal para facilitar el diálogo entre el gobierno provincial y los sindicatos.
Hasta hace pocos días fue un hombre resistido por la Casa Rosada por sus fuertes declaraciones contra el Gobierno y en favor del reclamo gremial.
Entre otras cosas, aseguró que en su provincia "parece que el que piensa distinto es un enemigo al que hay que eliminar" en medio de denunias sobre lo que denominó "actos de censura en la provincia".
Antes, el Presidente había acusado a Romanín, aunque sin nombrarlo, de "distraído" y de haber llegado a a su provincia para "extorsionarlo".
Desembarco en Buenos Aires. La llegada de Peralta a la capital fue también confirmada a este medio por allegados al mandatario, que sólo precisaron que el reemplazante de Carlos Sancho participará mañana de un acto en la Casa Rosada y no dieron más detalles de su agenda en Buenos Aires.