Además, denunció la presencia de un "tóxico" en su departamento que supuestamente obligó a dos colaboradores a ir al hospital. Una guerra judicial de alto calibre
En lo que ya constituye el caso de corrupción más grande de la historia argentina, la ex presidenta Cristina Kirchner salió a defenderse con uñas y dientes para tratar de frenar un caso que la puede terminar dejando sin los fueros que impidieron hasta ahora que vaya presa. Uno de sus muchos abogados, Carlos Beraldi -quien se ocupa de las numerosas causas penales en su contra,- dijo que en los allanamientos realizados a tres de sus propiedades, hubo "ilegalidades" durante los procedimientos.
También denunció "persecución política" y hasta que una empleada doméstica se intoxicó al ingresar al domicilio de Recoleta debido a la presencia de un "tóxico" en el ambiente.
Además, negó tener "bóvedas" en El Calafate y denunció que a la ex presidenta le plantaron "pruebas falsas".
"Se me impidió controlar, como abogado defensor y como única persona que se encontraba en el domicilio, el allanamiento que se llevó a cabo en el inmueble de la calle Uruguay, violándose expresamente las disposiciones constitucionales, la ley dictada en consecuencia y lo que el Senado de la Nación dispuso en particular para este allanamiento", dijo Beraldi. Señala que el allanamiento en la propiedad de la ex presidenta en la ciudad santacruceña de El Calafate (que comenzó el viernes) fue "extendido en el tiempo" para generar "estrépito y material para las tapas de diario".
Beraldi dijo que "en ninguno de los domicilios hay bóvedas ni documentos u objetos que puedan tener una procedencia ilícita".
Y que los elementos confiscados en los allanamientos "no guardan relación con el objeto de la causa" y su decomiso "no tiene otro propósito que generar daño y humillación". Sobre el allanamiento en la casa de El Calafate, señala: "No sabemos quien entra o sale de la casa y, mucho menos, si se planta cualquier tipo de prueba falsa".
Es en el apartado 6° donde Beraldi denuncia que "quien se dedica habitualmente a las tareas del hogar en ese domicilio" (por el departamento porteño) se intoxicó junto a otras dos personas mientras realizaban tareas de limpieza en el departamento después del operativo. "Una vez en el interior del departamento, cuando estaban ordenando la ropa y limpiando los estantes en el vestidor del dormitorio de mi representada, sintieron mareos, fuerte picazón en la garganta y los ojos y dificultades para respirar", sostuvo el abogado.
"Luego de efectuarse los controles médicos de rigor, se constató que las dolencias padecidas tienen como origen un tóxico de contacto, recomendándose evitar, por todos los medios, una nueva re exposición al mismo ambiente", agregó.
Aseguró que, "por esa razón", Kirchner decidió no regresar al departamento. Beraldo también se quejó de que "poniendo en evidencia la actuación coordinada de distintas instancias judiciales, el día viernes a la noche el Centro de Información Judicial (CIJ) que depende directamente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, publicó un insólito informe en el que Bonadío anticipa la decisión que adoptará respecto de mi defendida, prejuzgando sobre su supuesto carácter de jefa de una asociación ilícita".
"Este nuevo capítulo se suma a la saga de dos años y medio de hostigamientos y persecuciones hacia la Dra. Fernández de Kirchner", señaló..