En el marco de la investigación por los cuadernos de la corrupción durante el kirchnerismo, la Justicia ordenó detener a 'Héctor' Zabaleta
El empresario Héctor Alberto Zabaleta, ex directivo de Techint, fue detenido hoy en el marco de la causa por los cuadernos sobre las supuestas coimas en la obra pública durante el kirchnerismo.
El hombre, de 72 años, era uno de los principales colaboradores de Paolo Rocca, número uno del holding Techint, y figuraría en los escritos de Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta.
Zabaleta fue detenido por efectivos de la Policía Federal en una vivienda ubicada en Pareja al 4375, en el barrio porteño de Villa Devoto.
El ejecutivo quedó en la mira luego de que el juzgado detectara que en los cuadernos del chofer Oscar Centeno, un tal “Héctor” aparece como uno de los hombres que entregaba bolsos o paquetes de dinero al funcionario Roberto Baratta en el subsuelo de la sede de Techint.
Zabaleta confirmó el sábado a Perfil que la Policía Federal llegó al edificio de Techint en Retiro el miércoles, con una orden de allanamiento de Bonadio.
Fueron directo al piso 27 de Della Paolera 297 buscando al supuesto “Héctor”.
Preguntaron por el hombre señalado por PERFIL en abril: Héctor Alberto Zabaleta, director de Administración de Techint y uno de los hombres de mayor confianza de los Rocca.
Zabaleta es investigado por un equipo de fiscales de Milán desde hace dos años, como reveló Perfil en 2017.
Le atribuyen ser el administrador del dinero negro de Techint, no solo en Buenos Aires sino en el mundo, a través de cuentas suizas y sociedades offshore, y lo vinculan a pagos de coimas en Brasil.
Zabaleta estuvo vinculado a Techint durante 48 años y figura en los directorios de al menos treinta sociedades en Argentina, casi todas vinculadas a la compañía ítalo-argentina y a sus ejecutivos, incluido su número uno, Paolo Rocca.
En la sede de Techint, el ejecutivo manejaba un piso con acceso restringido para el resto de los empleados del grupo.
Tenía secretarias y una caja fuerte, según pudo reconstruir Perfilen los últimos meses.
“Manejaba desde préstamos en negro a los ejecutivos de la empresa hasta pagos de otro tipo”, admitió un miembro de la compañía citado por Perfil.
Al día siguiente del allanamiento en la sede de Techint, uno de los abogados de Zabaleta, quien dice ya no trabajar en la empresa, se presentó en el juzgado de Bonadio y se puso a disposición de la Justicia.
“Hay muchos Héctor”, afirmó Zabaleta ante la consulta de PERFIL sobre su posible mención en los cuadernos.
—Usted dijo en la Justicia: “Yo no soy el Héctor que están buscando”?
—No, no, no. Yo no dije nada. Durante el allanamiento preguntaron por dos Héctor y los de la compañía me avisaron: ‘Ojo que vinieron, allanaron y preguntaron por vos y por otro’.
El diario Perfil viene publicando datos sobre supuestos sobornos de Techint desde junio de 2017.
En abril último, en un trabajo conjunto con L’Espresso, de Milán, y el sitio Poder360, de Brasil, Perfil indicó que el gigante ítalo-argentino movió millones de dólares en negro entre Suiza, Uruguay y Buenos Aires.
Una parte de ese dinero terminaba en Retiro, en el edificio principal de la compañía (tiene una entrada por Della Paolera 297 y otra por Alem 1067).
Italia envió el año pasado a la Justicia argentina todos los movimientos de cuentas y los nombres de ejecutivos de Techint involucrados, pidió allanamientos y citaciones.
La Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) realizó la denuncia, pero el fiscal Eduardo Taiano y el juez Luis Rodríguez consideraron que no había pruebas suficientes. Incluso pidieron que Zabaleta sea citado a declarar como sospechoso, en vano.
Los cuadernos de la corrupción kirchnerista aportan otra pieza parte de ese dinero terminó en bolsos, en manos de Baratta, uno de los funcionarios de mayor confianza del ex ministro Julio de Vido.
Del auto de Centeno, en casi todas las oportunidades, el dinero iba directo al departamento de los Kirchner en Uruguay 1306, Recoleta, según el relato del chofer.
En el edificio vive la ex presidenta Cristina Fernández, el entonces secretario privado de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz recibía los bolsos con dinero.