La recuperación de la categoría “emergente” que logró la Argentina el 20 de junio pasado, fue una señal ineludible para el Banco Itaú, que organizó en Buenos Aires la quinta edición de Itaú BBA Conference, un evento en el que pone cara a cara a representantes de importantes compañías locales con clientes “corporate” del banco brasileño, es decir con fondos de inversión de todo el mundo que trabajan con esa entidad financiera.

El mensaje del Itaú a sus clien tes es que vale la pena pensar en inversiones en la Argentina. Del otro lado estaban representantes de YPF, BYMA, Adecoagro, Supervielle, IRSA, Cencosud y Telecom, entre otros. Tanta importancia le dieron a esta edición, que la oradora principal del evento fue la gobernadora María Eugenia Vidal. El cierre estuvo a cargo del economista Eduardo Levy Yeyati.

Vidal solicitó a los inversores convocados por Itaú que “sostengan su confianza en el país y la Provincia” y aseveró que los argentinos “elegimos otro camino hace dos años y medio y lo vamos a sostener”.

Mario Mesquita, economista Jefe de Itaú Unibanco, quien de entrada resaltó dos cosas: el ya mencionado ascenso del país a categoría “emergente” y el entusiasmo que, a su juicio, despierta el plan de correcciones “no tan gradualistas” que encaró el Gobierno tras la devaluación de abril-mayo para reducir drásticamente los desequilibrios (fiscal, cambiario, de cuenta corriente).

“Argentina está encarando un camino razonable y a nuestro juicio los votantes, cuando vayan a las urnas, ratificarán que quieren una política económica razonable”. Mesquita reconoció que “el gradualismo fue un camino inevitable” al arranque de la gestión Macri, pero también resultó inevitable que se agotara ante los primeros ventarrones externos. “Metas de inflación muy exigentes con metas fiscales no tanto resultó una receta inconsistente” resaltó Mesquita.

Para el Itaú, la Argentina está en condiciones de cerrar 2018 con un crecimiento del PBI del 0,5% y en 2019 esa expansión podría llegar al 1,5%, cifras que son exactamente iguales a las del FMI.

Sobre la resistencia que muestra el riesgo país a descender o volver a los niveles previos a la devaluación, Mesquita consideró: “El mercado quiere ver que se cumplan las metas acordadas con el FMI, creo que es cuestión de tiempo para que esa mejora se note en los precios de los bonos”. A la hora de tentar a sus clientes, al fin y al cabo el motivo del encuentro, Mesquita subraya los sectores de la producción que considera con más potencial: telecomunicaciones, agro y finanzas.

Y sobre el escenario internacional, Mesquita dice: “Todo empieza y termina en Estados Unidos, hay que ver cómo la política monetaria de la Reserva Federal y las pujas comerciales con Europa y China afectan al resto de los países”.