La vuelta a clases tras las vacaciones de invierno quedó postergada en la Ciudad y otros cuatro distritos del país por un paro de 48 horas lanzado por la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA).

Sin embargo, gremios bonaerenses anunciaron que acatarán la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo e irán a las aulas. Todos menos Suteba, de Roberto Baradel, que adhirió a la medida de la central nacional.

En efecto, no habrá clases en las escuelas públicas de Corrientes, Chaco, Santa Cruz, Tierra del Fuego y la ciudad de Buenos Aires, donde Sadop anunció un paro por 24 horas.

El endurecimiento de la postura de Suteba pone a la entidad en una situación de infracción. La ley 26.941 estipula que el incumplimiento a una conciliación obligatoria contempla una multa por trabajador que se puede fijar entre un 50 y un 2.000 % del salario mínimo, el cual está en 10.000 pesos.

Teniendo en cuenta que el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba) tiene casi 120 mil afiliados activos y jubilados, la multa podría llegar a una suma superior a los 600 millones de pesos.

Desde febrero, cuando se sentaron por primera vez a negociar, hubo 17 reuniones y 8 ofertas del gobierno. Hace una semana fue el último intento por destrabar la paritaria que debe resolver el aumento para casi 300 mil docentes de Buenos Aires.