Dólar, inflación y LEBAC también formaron parte del diálogo mantenido con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el titular del BCRA, Luis Caputo. Awada coordinó la cena
Dicen que a la jefa del FMI, la francesa Christine Lagarde, le gusta la Argentina, y también el estilo de gestión de Mauricio Macri.
Como sea, esa buena sintonía apareció esta noche en la cena que mantuvo con el presidente la plana mayor del gobierno: Marcos Peña, Nicolás Dujovne y Luis Caputo, en la residencia de Olivos.
El Presidente agasajó a Lagarde con una cena. La acompañaron el subdirector del Fondo David Lipton, el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, y el jefe de la Misión para la Argentina, Roberto Cardarelli.
Un rato antes, en la misma residencia presidencial, hubo una reunión bilateral entre el equipo y Dujovne y Lagarde.
El Fondo evalúa abrir una oficina en el país para monitorear el crédito stand by de 50.000 millones de dólares que le prestó a la Argentina y las cuentas del Gobierno, pero todavía no fue confirmado, aunque en el Gobierno lo creen muy probable.
Lagarde expresó el apoyo del FMI a la impronta de la presidencia del G-20 -enfocado sobre el futuro del trabajo y la infraestructura para el desarrollo- y dialogaron sobre la situación económica internacional. Además, expresó su beneplácito por la evolución de las cuentas fiscales en la Argentina que el Gobierno le mostró, según confiaron cerca de Dujovne. Los mismos conceptos se los reiteró a Macri. Este sábado Lagarde participará del encuentro del G-20 que reunirá a los ministros de Economía y presidentes de bancos centrales de los países del grupo y que se verán en el Centro de Exposiciones. Allí, por la mañana, brindará una conferencia de prensa conjunta con Dujovne y podría confirmar la apertura de una oficina en el país.
Macri podría sumarse al cierre, el domingo, pero su presencia no está confirmada.