El argentino Lucas Matthysse estuvo muy lejos de su mejor versión y perdió en forma categórica ante el filipino Manny Pacquiao, en Kuala Lumpur.
Pacquiao, de 39 años, se impuso por KO en el séptimo round y conquistó el título mundial de los welters de la AMB.
El ganador, que obtuvo su novena corona en seis diferentes categorías, ya había derribado al argentino en otras dos ocasiones y se mostró muy superior.
Contagiado por el clima de los 16.500 espectadores que colmaron el estadio Arena Axiata, Pacquiao mostró por qué es unos de los mejores boxeadores libra por libra de los últimos quince años -el otro es Floyd Mayweather- y demostró que el tiempo aún no erosionó su talento ni su vigencia en el negocio grande de la industria boxística mundial. A lo largo de los siete rounds, Matthysse no le encontró la vuelta a un rival que dominó cómodamente la distancia y que con varias izquierdas cruzadas marcó claras diferencias, enviándolo por primera vez a la lona en el 3er asalto.
Cuando se preveía que la fortaleza y la pegada del argentino podían dar alguna señal de reacción, aparecieron la velocidad y potencia de Pacquiao para liquidar el combate.
Afianzó su boxeo y castigó a discreción al argentino, quien en la quinta vuelta se fue nuevamente a la lona, producto de un golpe certero en la zona hepática. A esa altura, la suerte de Matthysse estaba echada. Sin argumentos boxísticos y desesperado por poner una mano salvadora, apostó a la contra. Pero no le sirvió. Una nueva combinación del filipino rematada con un upper de izquierda lo puso por tercera vez en el piso y el árbitro decretó el knock-out.