La empresaria Corinna zu Sayn-Wittgenstein dijo que el ex monarca utilizó su nombre en diversas propiedades y que se las reclamaba tras la ruptura
Una empresaria alemana vinculada sentimentalmente al rey emérito Juan Carlos de España aseguró que el ex monarca la utilizó como testaferro para ocultar patrimonio y propiedades en el extranjero, además de tener cuentas en Suiza a nombre de su primo.
El diario El Español difundió un audio de 2015 donde se escucha a Corinna zu Sayn-Wittgenstein -una consultora afincada en Mónaco- afirmando que estaba viviendo una “pesadilla” porque Juan Carlos había colocado a sus espaldas diversas propiedades en Marruecos y otros lugares fuera de España a su nombre y se las estaba reclamando tras la ruptura sentimental. Si ella las devolvía poniéndolas a nombre de terceros incurría en un delito de blanqueo.
"Ponen la propiedad dentro de la estructura, hacen como un contrato de venta y entonces parece todo perfecto. Claro, no pueden decir que el beneficiario es el otro (en referencia al rey emérito). Entonces, sin decírmelo, me lo ponen y después dicen: 'Esta no quiere devolverle la cosa'. Pero si lo hago, es money laundering. Es blanqueo", señala en una conversación con el empresario Juan Villalonga y el comisario José Manuel Villarejo, preso desde 2017 por los delitos de organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales.
"Me está poniendo una presión bárbara para que le devuelva esas cosas, pero si lo hago vulnero la ley y puedo ir a la cárcel", añade. Y destaca que el rey emérito la usó como testaferro "no porque me quería, sino porque soy residente de Mónaco".
En la misma conversación, también asegura que Juan Carlos tenía cuentas en Suiza a nombre de su primo. "Han puesto algunas cosas a nombre de su primo, que es Álvaro Orleans de Borbón. Las cuentas del banco en Suiza (...) las han puesto a su nombre", señala.
Corinna, quien fue asesora deAlberto de Mónaco, mantuvo una larga relación sentimental con el monarca que adquirió carácter público a raíz del accidente que Juan Carlos sufrió en Botswana en abril de 2012, cuando se encontraba con ella de safarí.